MOSCÚ 12 May. (Reuters/EP) -
Activistas opositores rusos han denunciado en un informe que al menos 220 militares rusos han muerto en el conflicto del este de Ucrania y que Moscú ha gastado más de 53.000 millones de rublos, unos 928 millones de euros, en equipar a grupos separatistas en la región. El informe lo impulsó Boris Nemtsov, opositor crítico con el Kremlin que fue asesinado en el mes de febrero.
Según el informe publicado este martes, al menos 150 militares rusos murieron en los combates del pasado verano en torno a Ilovaisk y otros 70 efectivos murieron en la batalla por la toma de Debaltseve, a principios del presente año.
Los familiares de los soldados muertos en Ilovaisk habrían recibido 3 millones de rublos, unos 52.000 euros, en compensación por sus muertes y para no hablar públicamente de la pérdida de sus familiares. En el caso de los caídos en Debaltseve, sus familiares no fueron indemnizados, tal y como apunta el informe.
Los autores han afirmado que los militares rusos habían sido obligados a abandonar el Ejército ruso antes de ser desplegados en el este de Ucrania, un movimiento que apoyaría la versión del Kremlin de que los militares rusos son solo voluntarios.
Asimismo, se estima que Moscú ha gastado más de 900 millones de euros en apoyar a los "voluntarios" rusos así como facilitar equipamiento militar a los rebeldes ucranianos.
Este documento fue el último proyecto del opositor Nemtsov, crítico con el Kremlin, que murió en extrañas circunstancias en febrero. Nemtsov se había entrevistado con familias para retratar las explicaciones contradictorias de Moscú con respecto al conflicto ucraniano.
Los países occidentales han acusado a Rusia de proveer de armas y efectivos militares a los separatistas ucranianos que están combatiendo a las tropas de Kiev. Así, Estados Unidos y Europa han impuesto sanciones económicas a Moscú por su papel en el conflicto, que ha dejado ya mas de 6.000 muertos.