PANGANDARAN/ESTOCOLMO, 18 Jul. (EUROPA PRESS) -
Al menos 306 personas han muerto y 160 se encuentran desaparecidas a causa del tsunami provocado por el terremoto que ayer sacudió la isla indonesia de Java. El Gobierno sueco confirmó hoy que un hombre de esta nacionalidad figura entre los muertos, mientras que dos niños suecos figuran entre los desaparecidos, según informó el Ministerio de Exteriores sueco.
El fallecido residía en la zona desde hacía tiempo y fue arrastrado por la ola gigante, según la portavoz del Ministerio, Nina Ersman, que no quiso revelar su nombre. Además, otro sueco que se encontraba de vacaciones en Pangandaran, principal destino turístico de la zona afectada, resultó herido y sus dos hijos, de 5 y 10 años, están desaparecidos.
Entretanto, en la zona siniestrada, los familiares de los desaparecidos y los soldados buscan entre los restos de las casas y edificios a posibles supervivientes. La zona afectada por el tsunami de ayer no se había visto alcanzada por el de diciembre de 2004, y muchos residentes afirman que no sintieron el terremoto de 7,7 grados en la escala Richter que sacudió ayer el fondo del mar y desencadenó la ola de dos metros de altura.
Sin embargo, muchos reconocieron el peligro cuando vieron que el mar retrocedía y huyeron hacia zonas altas, gritando "tsunami, Tsunami". Una media hora después, una gran ola alcanzó la costa, lanzando embarcaciones, coches y motos contra las zonas de vacaciones y las localidades pesqueras y llegando el agua en algunos casos hasta 300 metros tierra adentro.
El último balance oficial cifra en 306 los muertos, pero se teme que la cifra aumente. "Todavía estamos encontrando muchos muertos, muchos bajo las ruinas de las casas", indicó el jefe de la Policía local, Syamsuddin Janieb, quien precisó que al menos 172 personas murieron y 85 están desaparecidas sólo en la zona de Pangandaran.
Según este responsable, entre los fallecidos figuran sobre todo indonesios, además de un paquistaní, el mencionado sueco y tres holandeses. Entre los heridos hay una francesa, cuya pareja está desparecida. Además, unas 23.000 personas huyeron de sus casas, bien porque quedaron destruidas o por temor a otro tsunami, según las autoridades.