MADRID, 2 (EUROPA PRESS)
El número de heridos a causa del ataque ejecutado en la noche del lunes por los huthis contra el aeropuerto de la ciudad de Abha, en Arabia Saudí, ha ascendido a nueve, según ha confirmado la coalición internacional que encabeza Riad.
Según las informaciones recogidas por la agencia estatal saudí de noticias, SPA, los heridos son ocho saudíes y un indio. Todos ellos han sido ingresados y se encuentran en estado estable.
Las operaciones en el aeropuerto han vuelto a la normalidad durante la jornada de este martes, tal y como ha informado la cadena de televisión saudí Al Arabiya. El ataque es el tercero de este tipo contra el aeropuerto.
La semana pasada murió una persona y 21 resultaron heridas a causa de un ataque con drones perpetrado por los huthis contra este mismo aeropuerto. Los insurgentes aseguraron además haber atacado "objetivos militares" en este aeródromo y el de Jizán.
El portavoz de la coalición, Turki al Maliki, ha recalcado que las fuerzas aliadas actuarán para evitar ataques de los huthis contra civiles e instalaciones civiles.
Por su parte, Estados Unidos ha condenado "firmemente" el ataque y ha recalcado que "ponen en riesgo la vida de muchos y hieren a civiles inocentes", al tiempo que ha pedido el "fin inmediato de estas acciones violentas".
El Departamento de Estado del país norteamericano ha argumentado que estos ataques "sólo exacerban el conflicto en Yemen y profundizan la desconfianza".
"Estamos firmemente al lado de nuestros socios saudíes en la defensa de sus fronteras contra estas continuadas amenazas por parte de los huthis, que dependen de tecnología y armas fabricadas en Irán para llevar a cabo estos ataques", ha señalado.
"Seguimos pidiendo a todas las partes que trabajen con el enviado especial de Naciones Unidas (para Yemen) Martin Griffiths para lograr un acuerdo político y un fin al conflicto en Yemen", ha zanjado.
La coalición internacional apoya al Gobierno de Abdo Rabbu Mansur Hadi en su lucha contra los huthis, respaldados por Irán. La guerra de Yemen está considerada como la mayor catástrofe humanitaria del mundo, que ha arrastrado a uno de los países más pobres del planeta a un escenario de absoluta devastación, hambruna y brotes de cólera tras cuatro años de guerra.
