ISLAMABAD, 27 May. (EUROPA PRESS) -
Al menos doce milicianos fueron abatidos en el marco de la operación que está llevando a cabo el Ejército de Pakistán en el valle de Swat, en la Provincia de la Frontera Noroeste (NWFP), en las últimas 24 horas, según informó el Ejército en un comunicado, en el que precisó que un soldado murió y otros tres resultaron heridos en los enfrentamientos.
En Peochar, las fuerzas de seguridad continúan la operación de búsqueda y registro de los bastiones de los insurgentes, y dos soldados resultaron heridos en los choques que se produjeron en las últimas 24 horas, según el comunicado de la oficina de Relaciones Públicas del Ejército (ISPR).
"Las fuerzas de seguridad han hecho progresos considerables" en Mingora, principal ciudad de Swat, donde "se está llevando a cabo un registro casa por casa en la mayoría de las zonas". Durante esta operación, fueron detenidos ocho presuntos terroristas, mientras que un soldado resultó herido, según el comunicado.
Además, en esta ciudad se procedió a repartir cuatro camiones de ayuda entre las personas que habían quedado atrapadas. El Ejército estima que "la ciudad quedará limpia de milicianos en los próximos dos o tres días", si bien el regreso de los desplazados dependerá de la restauración de los servicios de electricidad y agua.
Por otra parte, en el vecino distrito de Shangla, las fuerzas de seguridad han asegurado sus posiciones en Madyan, Bagh Derai y Kala Kot, así como en el valle de Sakhra. En esta zona fue abatido, según el Ejército, un "importante comandante" de los milicianos, mientras que un soldado también perdió la vida en estos choques.
En cuanto al distrito de Buner, donde el Ejército también ha llevado a cabo una importante ofensiva contra los milicianos talibán paquistaníes, la zona de Sultanwas, donde la semana pasada se abatió a 80 milicianos, ya es segura y "los desplazados pueden regresar", informó el ISPR.
También la agencia Mohmand, uno de los territorios que integran las Áreas Tribales Administradas Federalmente (FATA) en la frontera con Afganistán, "ha sido limpiada de infieles", término empleado por Islamabad para referirse a los islamistas, por lo que todos los desplazados pueden regresar.
