MADRID, 21 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Ministro de Finanzas de Irak, Rafei el Essawi, ha denunciado este jueves el secuestro de alrededor de 150 personas durante una serie de redadas ejecutadas por "una milicia" en su vivienda, su oficina y la sede del ministerio en Bagdad, al tiempo que ha hecho al primer ministro, Nuri al Maliki, responsable de la seguridad de todos ellos.
En declaraciones recogidas por la cadena de televisión estadounidense CNN, El Essawi ha señalado que entre los secuestrados hay personal y guardas de seguridad del Ministerio de Finanzas. Asimismo, ha indicado que durante la redada han sido registrados sus documentos y sus ordenadores.
El Essawi ha recordado además que el director de seguridad fue detenido por motivos desconocidos el miércoles en un puesto de control en la capital, motivo por el que el complejo gubernamental permanece sin seguridad.
"Mi mensaje al primer ministro: eres un hombre que no respeta la cooperación, un hombre que no respeta las leyes y la Constitución. Te hago personalmente responsable de la seguridad de los secuestrados", ha dicho El Essawy en un tono altamente crítico.
Además, el ministro, que cuenta con un amplio respaldo entre la comunidad suní, ha asegurado que ha intentado contactar sin éxito a Al Maliki durante la jornada- "Con una crisis como esta, sufrida por el ministro de un ministerio clave, sería lógico que (Al Maliki) me llamara y me preguntara qué ha pasado. ¿Alguien pretende que me crea que Al Maliki no es consciente de este hecho?", se ha preguntado.
El Essawy ha solicitado por tanto que se someta a Al Maliki a una moción de censura en el Parlamento. "Pido al parlamento que active una moción de censura contra un Gobierno que no respeta a sus instituciones ni su soberanía", ha dicho.
Las redadas han tenido lugar poco después de que el presidente del país, Jalal Talabani, abandonara el hospital de Bagdad donde estaba ingresado tras sufrir un infarto cerebral el lunes para ser trasladado a Alemania.
Talabani, kurdo y de 79 años de edad, fue ingresado en el hospital el pasado lunes por la noche. "El tratamiento ha permitido que se den las condiciones adecuadas para el traslado de Su Excelencia fuera del país", ha afirmado el comunicado de la Presidencia.
De momento se desconoce si podrá reasumir el cargo en un país fuertemente dividido entre el Gobierno central y las autoridades autónomas del Kurdistán.
TENSIONES ENTRE SUNÍES Y CHIÍES
Este incidente podría incrementar las tensiones entre Al Maliki, chií, y los miembros suníes de su Gobierno, sumándose a la inestabilidad generada por la pena de muerte decretada contra el exvicepresidente Tareq al Hashemi --en el cargo en el momento de la condena-- por su responsabilidad en los asesinatos de una abogada y un militar, que habrían sido ejecutados por una supuesta red de escuadrones de la muerte.
Sobre Al Hashemi pesa una 'alerta roja' de arresto de la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) a petición del Gobierno de Irak, aunque el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, aseguró que no detendría ni entregaría al exvicepresidente iraquí.
Al Hashemi, un destacado dirigente suní, huyó de Bagdad en diciembre de 2011 después de que el Gobierno dictara una orden de arresto contra él por la supuesta organización de escuadrones de la muerte. El acusado ha negado todos los cargos y ha denunciado que el caso tiene motivos políticos.
En la actualidad se encuentra en Estambul, desde donde se ha negado a asistir al juicio que se sigue actualmente contra él en Bagdad, con el argumento de que Al Maliki controla el tribunal.
