MARID, 23 May. (EUROPA PRESS) -
El secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Bernardino León, afirmó hoy que "hay que dar la bienvenida a un nuevo Estado", tras el triunfo de la opción independentista en el referéndum celebrado el domingo en Montenegro, y se comprometió a trabajar por la estabilidad de la región, especialmente a lo largo de 2007, cuando España ocupará la presidencia de turno de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).
"Los Balcanes son una región muy compleja y hay que saber contribuir a que esta nueva situación no genere inestabilidad, sobre todo en Serbia", dijo recordando que la República de Serbia tiene pendiente también resolver el estatus definitivo de la provincia de Kosovo, de mayoría albanesa y administrada por la ONU desde 1999. La cuestión está siendo objeto de conversaciones internacionales.
León se limitó a decir que los observadores internacionales consideraron transparente la celebración de la consulta, y rechazó hacer valoraciones de la independencia montenegrina en clave de política interna.
No fue el caso del portavoz de Exteriores del PP en el Congreso, Gustavo de Arístegui, que compartió tribuna con León en el 'Debate de Política Exterior' organizado por Nueva Economía. De Arístegui arremetió contra las palabras del consejero de Justicia vasco, Joseba Azkarraga (EA), que dijo que el referéndum de Montenegro "demuestra que la aplicación del derecho de autodeterminación no es exclusivamente para colonias o para países sojuzgados" y confió en que también el País Vasco pueda pronunciarse.
El 'popular' acusó a Azkarraga de "falta de rigor" y criticó también a los políticos a los que "les gusta reinterpretar la historia, por no hablar de manipulación". "El revisionismo es una cuestión preocupante", prosiguió, recordando que Montenegro ya fue un Estado independiente y hasta ahora formaba parte de una confederación.
De Arístegui aprovechó también para recordar las recomendaciones del Tribunal Supremo de Canadá, en relación con los referendos convocado sobre la independencia de Quebec: que no se pueden celebrar referendos "'ad nauseam, hasta que salga lo que uno quiere", que no se puede aceptar la independencia por una mayoría estrecha, sino que tiene que ser un umbral amplia y que, en caso de separación, es necesario consultar a todo el país, puesto que también se ve afectado por la decisión.
En este punto, León le recordó que los criterios de validez fijados para el referéndum montenegrino --participación de más del 50% del censo y victoria del sí por encima del 55%-- los puso la UE, "y son los que importan a efectos de la posición española".
