La ONG recalca que "todas las solicitudes de asilo deben ser evaluadas de manera justa lo antes posible"
MADRID, 9 May. (EUROPA PRESS) -
La organización no gubernamental Médicos Sin Fronteras (MSF) ha denunciado este lunes que más de 2.500 solicitantes de asilo y migrantes están detenidos en condiciones inhumanas en Lituania, cerca de nueve meses después de haber cruzado la frontera con Bielorrusia.
"Los equipos de MSF han sido testigos de primera mano de los graves problemas que está provocando la detención en la salud física y mental de miles de personas", ha indicado la representante institucional de MSF en el país europeo, Georgina Brown.
"La gente no tiene acceso a un proceso de asilo justo y no hay apoyo especializado para aquellos que sufren trastornos psiquiátricos. Tampoco para los supervivientes de tortura y de violencia sexual", ha manifestado.
Así, ha recalcado que "la detención arbitraria prolongada de migrantes y solicitantes de asilo en Lituania debe terminar inmediatamente y todas las solicitudes de asilo deben ser evaluadas de manera justa lo antes posible".
MSF ha detallado que presta atención médica y de salud mental en dos centros de detención en Lituania y ha agregado que en ellos las personas permanecen retenidas durante meses sin saber cuándo serán liberadas. En este sentido, ha explicado que la mayoría fueron detenidas durante la crisis migratoria de 2021.
La organización ha resaltado que la mayoría de estas personas proceden de Irak, República Democrática del Congo (RDC), Siria, Camerún y Afganistán y ha agregado que intentaron cruzar de Bielorrusia a Polonia, Lituania y Letonia. Muchas de estas personas temen ser perseguidas o morir si regresan a sus países de origen.
Por ello, MSF ha hecho hincapié en que las políticas migratorias de la Unión Europea (UE) tienen un impacto perjudicial sobre la salud mental y el bienestar de las personas y ha recalcado que entre enero y marzo de 2022, sus psicólogos han atendido a cerca de cien pacientes en estos centros de detención.
El 60 por ciento de las personas atendidas han dicho sufrir problemas de ansiedad y la mayoría de ellas declararon que esa ansiedad estaba relacionada con las condiciones de detención en las que estaban. "Necesito saber qué pasará con nosotros", explicó a MSF un hombre detenido en Kybartai. "Estamos atrapados", agregó
"He intentado suicidarme varias veces sin éxito", relató a MSF un detenido que se identifica como miembro de la comunidad LGBTQI+. Algunas de las personas de este colectivo, que está especialmente expuesto a la discriminación, han visto comprometido su bienestar mental de una forma especialmente grave durante estos meses de detención.
En esta línea, MSF ha criticado que las condiciones de detención en estos centros son completamente inadecuadas y ha añadido que no responden a las necesidades de salud y protección de los migrantes y solicitantes de asilo, entre los cuales muchos denuncian también haber recibido un trato degradante o haber sufrido violencia a manos de los guardias.
De hecho, una enfermera de MSF fue testigo en marzo de cómo los guardias lituanos tiraban violentamente al suelo y esposaban a un paciente psiquiátrico que fue posteriormente aislado. "Lo encerraron en una celda de aislamiento", ha afirmado la enfermera de MSF.
"Pedí entrar en su celda para verle, pero me denegaron la entrada. En aquella celda había un objeto punzante. Al poco de entrar en ella, se hizo con él y lo usó para autolesionarse", ha lamentado. Asimismo, el personal de salud mental de MSF prestó apoyo psicológico a tres personas que fueron agredidas sexualmente bajo custodia.
Por ello, MSF abogó por el traslado de estas personas a un centro más apropiado, algo que finalmente consiguió tras más de dos semanas. En el caso de las personas identificadas como especialmente vulnerables, no existe alternativa adecuada, por lo que tienen que permanecer en estos centros junto al resto de migrantes y solicitantes de asilo.
La ONG ha reclamado que se ponga fin a la detención arbitraria y prolongada de solicitantes de asilo y migrantes en Lituania y ha exigido que se garantice una protección real y efectiva, al tiempo que ha alertado de que, si esta situación continúa, empeorarán los abusos, la violencia y los problemas de salud mental de los detenidos.
