MADRID 19 Dic. (EUROPA PRESS) -
Al menos siete miembros de las fuerzas de seguridad iraquíes han fallecido y otros nueve han resultado heridos este miércoles a consecuencia de varios atentados con bomba registrados durante la jornada en distintos puntos del país.
En el incidente más sangriento, dos soldados han muerto y otros tres han resultado heridos tras la explosión de una bomba al paso de su patrulla en la localidad de Moshahida, ubicada 30 kilómetros al norte de la capital, Bagdad.
Asimismo, un policía ha muerto y otros tres han resultado heridos a consecuencia de un atentado suicida con coche bomba contra un puesto de control ubicado en la localidad de Ramadi. Un segundo agente ha muerto y otro ha resultado herido tras un ataque con armas ligeras contra otro puesto de control en la localidad de Mosul.
Por otra parte, un agente de la Policía iraquí ha muerto en la localidad de Jalis al intentar que un terrorista suicida activara sus explosivos al paso de un grupo de peregrinos chiíes que se dirigían a la localidad de Kerbala, de gran importancia para dicha comunidad. El ataque se ha saldado con la muerte de otros dos agentes, así como con nueve peregrinos heridos.
Por último, dos soldados han resultado heridos en un ataque con armas ligeras contra un puesto de control militar ubicado en la localidad de Mosul. Los responsables del ataque han conseguido escapar a pie, según ha informado la agencia iraquí de noticias NINA.
La violencia en Irak ha alcanzado su nivel más alto en al menos cinco años y Bagdad ha sufrido ataques casi a diario. Según la ONU, este año han muerto más de 8.000 personas.
El primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, advirtió a finales de octubre de que su país se enfrentaba "a una guerra genocida" e hizo un llamamiento en favor de la celebración de una conferencia internacional para hacer frente al terrorismo en Irak.