KALABAT (PAKISTÁN), 27 Feb. (Reuters/EP) -
El Alto Comisionado adjunto de ACNUR, George Okoth-Obbo, ha pedido a las autoridades paquistaníes en nombre de la agencia de la ONU para los refugiados que resuelvan el vacío legal en el que se encuentran más de dos millones y medio de refugiados afganos cuyas tarjetas de residencia han expirado o se encuentran sin registrar.
El problema de las tarjetas se remonta al pasado mes de diciembre, cuando más de 1,5 millones de afganos refugiados se convirtieron en 'ilegales' cuando expiró la fecha de caducidad. El Gobierno paquistaní prorrogó su estancia seis meses pero la ampliación no se refleja en sus cartillas, por lo que son acosados constantemente por la Policía.
La ONU desea elevar este debate a los más altos funcionarios del Gobierno paquistaní a través de "constantes conversaciones" que pongan de manifiesto las penurias a las que se enfrentan los refugiados, según Okoth Obbo. "Esperamos con interés las decisiones que pueda tomar el Gobierno en relación a estas cuestiones", ha añadido durante una visita a la región del Jíber, donde se concentran la mayoría de estos refugiados.
Desde 2009, los donantes internacionales han entregado más de 30 millones a Pakistán para gestionar la calidad de los servicios en las comunidades de esta localidad, cerca de la frontera afgana. Sin embargo, las autoridades locales comienzan a detectar un recelo cada vez mayor de las comunidades locales contra la presencia de los refugiados: "el hastío del anfitrión".
"La gente lleva acogiendo a los afganos desde hace 35 años pero sí, hay cierta fatiga", según el comisionado paquistaní para los refugiados afganos, Imran Zeb, quien se enfrenta a la tarea de potenciar la educación y las oportunidades para los refugiados menores de 25 años, que conforman el 70% de la población de estos campamentos.
