KATMANDU 18 Sep. (EUROPA PRESS) - Los antiguos rebeldes maoístas abandonaron hoy la coalición de Gobierno en Nepal, de la que entraron a formar parte el pasado mes de abril en virtud del acuerdo de paz con el Ejecutivo, ante el fracaso en las conversaciones con los principales partidos que integran la coalición en la residencia del primer ministro, Girija Prasad Koirala.
Los cuatro ministros maoistas del gabinete --Krishna Bahadur Mahara, Dev Gurung, Hisila Yami y Khadga Biswokarma-- presentaron su renuncia a Koirala, después de que los dirigentes de los cuatro principales partidos de la coalición no consiguieran convencerles de no abandonar el Ejecutivo. Ahora, está previsto que los ministros maoístas participen en un acto en Katmandú para explicar sus motivos y anunciar su campaña contra el Gobierno.
Las relaciones entre los antiguos rebeldes y los siete partidos restantes de la coalición comenzaron a deteriorarse después de que durante un congreso celebrado el pasado 22 de agosto, los maoístas fijaran una serie de "requisitos previos" como la declaración de la República por parte del Parlamento interino y un sistema electoral plenamente proporcional que "garantice" las elecciones a la Asamblea Constituyente del 22 de noviembre.
A la reunión de esta mañana, convocada como último intento por evitar la marcha de los maoístas, asistieron el primer ministro, el secretario general del CPN-UML, Madhav Kumar Nepal, el presidente de los maoístas, Prachanda, y el presidente del NC-Democrático, Sher Bahadur Deuba. Antes de este encuentro, Koirala se entrevistó en solitario con Prachanda.
Pese a la marcha de los maoístas, la coalición gobernante espera que aún se pueda alcanzar algún acuerdo. El primer ministro se ha negado a ceder a la demanda de los antiguos rebeldes de que el Parlamento interino declare la República y que ésta sea refrendada por la Asamblea Constituyente que será elegida el próximo 22 de noviembre, pero está dispuesto a buscar alternativas.
Los rebeldes maoístas iniciaron el año pasado conversaciones de paz con el Gobierno nepalí tras unir fuerzas para acabar con el régimen totalitario del rey Gyanendra. Tras declarar un alto el fuego en su rebelión --cuyo fin último era derrocar a la monarquía--, firmaron un acuerdo de paz y confinaron a todos sus combatientes en cuarteles militares supervisados por la ONU. En el marco del acuerdo de paz, entraron en el Parlamento en enero y en el Gobierno en abril.