Netanyahu: reconocimiento de Palestina "no cambiará nada sobre el terreno"

Benjamin Netanyahu
REUTERS
Actualizado: viernes, 30 noviembre 2012 8:45


JERUSALÉN, 30 Nov. (Reuters/EP) -

El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha afirmado este jueves tras la votación en la Asamblea General de la ONU a favor de la elevación del estatus de Palestina en la organización de entidad observadora a Estado observador no miembro que lo que se ha conseguido es "una resolución que no tiene significado", al tiempo que ha resaltado que "no cambiará nada sobre el terreno, ya que no se creará un Estado palestino sin un acuerdo que garantice la seguridad de los ciudadanos israelíes".

A través de un comunicado emitido inmediatamente después de la votación, Netanyahu ha acusado a los palestinos de violar los acuerdos existentes con Israel al acudir a Naciones Unidas de forma unilateral.

"Israel actuará en consecuencia. El camino de paz entre Jerusalén --a la que Israel considera su capital, aunque la capital internacionalmente reconocida es Tel Aviv-- y Ramala --capital administrativa 'de facto' de la Autoridad Palestina-- es a través de las negociaciones directas sin condiciones previas, no las decisiones unilaterales en la ONU", ha agregado.

El anterior proceso de conversaciones directas fracasó en 2010 tras la decisión unilateral de Israel de continuar con la expansión y construcción de asentamientos sobre territorio palestino, a pesar de haberse comprometido a no hacerlo como una de las bases de las negociaciones.

La comunidad internacional considera que todos los asentamientos israelíes en Cisjordania y Jerusalén Este son ilegales en base al Derecho Internacional, pero el Ejecutivo israelí distingue entre las colonias que han recibido una autorización oficial y las que no. Asimismo, el traslado de población de un Estado ocupante a un territorio ocupado es considerado como un crimen de guerra por las Convenciones de Ginebra.

El primer ministro israelí ha utilizado un tono duro para responder al discurso del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, al que ha acusado de utilizar "falsa propaganda" y de hacer comentarios "hostiles y venenosos".

Durante su discurso, Abbas ha defendido su iniciativa hasta el punto de que ha considerado que es "la última oportunidad" para lograr una solución de dos Estados en Oriente Próximo. En su discurso ante la Asamblea, ha subrayado que "ha llegado el momento de que el mundo hable claro", toda vez que el tiempo y la paciencia "se están agotando".

"Hoy confirmaremos a nuestro pueblo que no está solo", ha declarado, consciente de que su plan contaba con los votos suficientes para salir adelante y que obtendría el "certificado de nacimiento" que ha buscado para Palestina desde hace más de un año.

El Gobierno de Israel "no quiere la paz", ha lamentado el líder de Al Fatá, que ha vuelto a reclamar un Estado palestino con las fronteras previas a 1967 y con Jerusalén como capital. Hasta que Palestina cuente con su propio Estado, seguirá la "resistencia pacífica", ha advertido.

"PALABRAS HOSTILES"

"No son las palabras de un hombre que quiere la paz", ha lamentado el jefe de Gobierno de Israel, que tiene unas elecciones a menos de dos meses vista tras las que, si se cumplen las encuestas, será confirmado en el cargo para otra legislatura.

Israel había hecho campaña a favor del 'no', al igual que Estados Unidos. Sin embargo, sólo han sumado a su causa a Canadá, Nauru, Palau, Micronesia, Islas Marshall, Panamá y República Checa. Este último ha sido el único país de la Unión Europea en votar en contra del reconocimiento de Palestina como Estado observador.

Pese a lo rotundo del resultado, Netanyahu ha mantenido que "no importa cuántas manos se levanten contra Israel, porque no hay poder sobre la tierra que vaya a provocar que se ponga en compromiso la seguridad de Israel".

Por último, el primer ministro israelí ha dejado entrever que su Gobierno responderá al reconocimiento de Palestina, aunque no ha especificado ninguna medida de castigo concreta. Hasta el momento, la opción que ha sido barajada es la congelación de la entrega de 200 millones de dólares (alrededor de 150 millones de euros) recaudados en impuestos que Israel ha de transferir a la Autoridad Palestina.

PALABRAS DE ISRAEL ANTE LA ONU

La respuesta de Israel también ha llegado de boca de su embajador ante la ONU, Ron Prosor, que se ha subido al atril de la Asamblea General inmediatamente después de Abbas y ha repetido que "no hay soluciones inmediatas para la paz". Los palestinos, "una vez más", han tomado la "decisión equivocada" al acudir a Naciones Unidas para elevar su estatus, ha reprochado.

Prosor ha acusado a Abbas de anteponer el "simbolismo" al "diálogo genuino" con los israelíes, pese a que el Gobierno de Benjamin Netanyahu está abierto a firmar la paz. En este sentido, ha insistido en que el respaldo de la Asamblea General "no va a cambiar la situación sobre el terreno".

El embajador de Israel ha puesto en duda el compromiso del líder palestino con una solución negociada y ha apuntado que, en su alocución, "no ha usado la frase 'dos Estados para dos pueblos'". "Abbas ha pedido al mundo que reconozca un Estado palestino mientras rechaza reconocer un Estado judío", ha lamentado.

Hasta la fecha, Abbas ha reconocido la existencia de Israel, algo que no han hecho otras facciones palestinas, como el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), pero no lo ha reconocido como un estado exclusivamente judío, algo que no ha hecho prácticamente ningún país del mundo.

Prosor también ha cuestionado la representatividad de Abbas en relación a la población palestina, ya que su gobierno no controla la Franja de Gaza. "No puedes ni visitar casi la mitad del territorio que dices representar", ha apostillado.

Hamás controla la Franja desde la separación administrativa y territorial de 2007, tras su victoria en las elecciones legislativas de 2006, a las que se presentó en medio de presiones internacionales para que abandonara las armas y optara por la vía democrática.

Sin embargo, la victoria de la formación islamista en los comicios, valorados como justos por lo observadores electorales internacionales, provocó que la comunidad internacional cortara sus ayudas a las autoridades palestinas.

Esto abocó a Al Fatá y a Hamás a unos enfrentamientos que finalizaron con la separación territorial y administrativa de Cisjordania y la Franja de Gaza. Desde entonces, Al Fatá controla Cisjordania --a pesar de no haberse hecho con la victoria en las elecciones-- y Hamás está al frente de la Franja.

(EUROPA PRESS INTERNACIONAL)