Nicolas Sarkozy será el sexto presidente de la V República francesa

Actualizado: lunes, 7 mayo 2007 2:01


PARIS/MADRID, 7 May. (OTR/PRESS) -

Francia ya tiene nuevo presidente. Nicolas Sarkozy, de la Unión por un Movimiento Popular (UPM) se erigió ayer, con el 53% de los votos, en el sexto presidente de la V República Francesa, con un claro objetivo en mente: "devolverles a los franceses el orgullo de ser franceses". Su rival en esta segunda vuelta de las elecciones presidenciales galas, la socialista Ségolène Royal, no logró recortar los seis puntos de diferencia que le separaban del líder conservador y obtuvo el 46% de los sufragios. La 'Zapatera' francesa asumió su derrota tan pronto como se decretó el cierre de urnas y, ante sus seguidores, se comprometió a "profundizar en la renovación de la izquierda" que ella misma inició, para alcanzar "futuras victorias".

La jornada electoral francesa se quedó a muy poco de poder ser tildada de histórica. A las 22.00 horas la cifras ofrecidas por el Ministerio del Interior galo informaban de que un 85% de los ciudadanos galos acudió a las urnas para elegir al próximo presidente de la República, menos de un punto porcentual por encima de lo que se registró en las primarias (84,6%). Sin embargo, la participación no alcanzó las cifras récord que se dieron en 1974, ya en la V República, cuando un 87,33% de los franceses salió a la calle en unas elecciones presidenciales que ganó Valéry Giscard d'Estaing.

Mientras en la Plaza de la Concordia, muy cerca del Eliseo, miles de personas empezaban a congregarse para celebrar la victoria de Sarkozy, y el escrutinio de los votos no llegaba al 45%, Ségolène Royal comparecía ante los militantes socialistas en la Casa de América Latina de París. Allí, pocos minutos después del cierre de las urnas (20.00 horas) deseaba "al próximo presidente de la República que cumpla con su misión al servicio de todos los franceses" y dar las gracias a "los casi 17 millones de franceses que me han otorgado su confianza".

Tras ese pronto reconocimiento de su derrota y entre gritos de 'merci Ségolène', la candidata socialista lanzaba un claro mensaje de cara a lo que se conoce como la 'tercera vuelta', las legislativas de junio. "Mantengamos intacta la energía de los acontecimientos populares que me han acompañado en toda esta campaña", proclamó, comprometiéndose a continuar con esa "renovación profunda de la izquierda" que ha propiciado para alcanzar "futuras victorias". "Mantengan intacto su entusiasmo, movilícense, otras citas democráticas nos esperan, yo seguiré luchando con ustedes", concluyó.

FRANCIA COMO REFERENTE

Sarkozy, rodeado por una multitud de periodistas motorizados, llegó en coche a la sala Gaveau de París, donde le esperaban cientos de seguidores eufóricos por la victoria electoral, antes de acudir a la Plaza de la Concordia para mostrarse como nuevo presidente de Francia. "Amo a Francia como se ama a una querida persona que me ha dado todo" fueron las primeras palabras del exultante líder de la UMP, que prometió "devolverle a Francia lo que me ha dado". No se olvidó de dedicarle una parte de su "pensamiento" a "la señora Royal" y las "ideas que tantos franceses han reconocido", pues "hay que amar a todos los franceses".

El nuevo presidente francés, del que algún colaborador cercano ha desvelado que hasta la toma del cargo se retirará a un monasterio a meditar, anunció que esa será precisamente la base de su jefatura de Estado: "ser el presidente de todos, hablar por cada uno de los franceses". "Mi prioridad es que todos los franceses quieran hablarse para trabajar juntos, devolverles a los franceses el orgullo de se franceses. Voy a acabar con el arrepentimiento de ser franceses y el odio entre ellos", proclamó Sarkozy, que asumirá la Presidencia de la República el próximo 16 de mayo, cuando Jacques Chirac le entregue el cargo.

A continuación, Sarkozy hizo un llamamiento a sus socios europeos para decirles que "esta noche Francia vuelve a Europa" y que cree "con sinceridad en la reconstrucción europa". No olvidó a los "amigos norteamericanos", a los que instó a "ponerse al frente de la lucha contra el cambio climático y a los que comunicó que "pueden contar con nuestra amistad en la tragedia de la historia que afrontaremos juntos". "Pero también les digo que en la amistad se acepta que los amigos puedan tener ideas diferentes", remachó.

Sarkozy volvió la vista al Mediterráneo y a África, donde "hay que acabar con los odios, hay que tener un sueño de paz". "Ha llegado el momento de luchar juntos en una unión mediterránea entre Europa y África", consideró, antes de hacer "un llamamiento fraternal África para decirles que queremos darles ayuda para acabar con las enfermedades, con la pobreza, decidir juntos una política de inmigración reglada y de desarrollo sostenible". "A todos los oprimidos del mundo, les digo que el deber de Francia será estar a su lado, porque ese es el origen de Francia", sentenció Sarkozy, antes de rematar su discurso con un "Viva la República. Viva Francia".