75 Aniversario De La Muerte De Trotski
Foto: EUROPA PRESS
Actualizado: viernes, 21 agosto 2015 11:01

MADRID, 21 Ago. (EDIZIONES) -

El 20 de agosto de 1940 Ramón Mercader, un espía al servicio de Stalin, propició un golpe mortal a León Trotski en el despacho de su casa con un piolet tras haber conseguido infiltrarse en su círculo más íntimo.

En el 75 aniversario de su muerte, Esteban Volkove, nieto de Trotski, recuerda en una entrevista con la BBC cómo vivió los últimos días de esta figura, que tras ser clave en la revolución rusa fue expulsado del partido Comunista y perseguido por los agentes de Stalin hasta México.

"Toda la familia había sido perseguida y la mayoría asesinada por el tirano sanguinario Stalin. Considerando que yo era huérfano, el abuelo decidió llevarme a México", recuerda Volkove.

En el exilio, el revolucionario llevaba una vida centrada en su trabajo intelectual, rodeado de una fuerte seguridad ante la amenaza constante de un intento de asesinato por parte del régimen soviético, que había puesto precio a la cabeza de Trotski.

"Pasaba la mayor parte de su tiempo en su despacho, escribiendo, dictando. Yo lo ayudaba muchas veces en la pequeña granja que tenían. Fue una figura paterna de la que yo carecía", rememora Volkove.

Antes de que Mercader consumara el asesinato de Trotski ya había habido otros intentos. Su nieto recuerda uno en que salió herido: "El primer intento de asesinato fue en la madrugada del 24 de mayo de 1940 cuando un grupo de stalinistas tomó por asalto la casa y uno de los asaltantes disparó sobre la cama yo donde estaba. Afortunadamente, solo recibí un roce en el pulgar del pie derecho".

El ataque fue repelido por la seguridad que rodeaba a Trotski. No obstante, la familia sabía que habría más: "Se respiraba cierta tensión en la casa , de por donde podía surgir un nuevo ataque. La pregunta era por donde vendrían".

Finalmente, el 20 de agosto de 1940 Mercader entró en el despacho de Trotski y cuando este se agachó le golpeó con un piolet causándole una herida que acabó con su vida poco después.

Su nieto, un escolar entonces, recuerda la escena: "Regresaba tranquilamente de la escuela y en el momento en que me acerqué a la casa, a pocas calles, noté que algo estaba pasando. La puerta estaba abierta, había un coche mal estacionado, había unos policías tambien en la calle. Entré en la biblioteca, por la puerta entreabierta y alcancé a ver el abuelo que estaba en el suelo, con Natalia aplicándole hielo".

Volkove recuerda sin poder contener la emoción que de las "pocas cosas que alcanzó a decir" Trotski en ese momento, una de ellas fue dirigida para él: "alcanzó a decir que me mantuvieran alejado, que no debía ver esa escena".

Una ambulancia llevó al hospital a Trotski y al día siguiente falleció. "Más de 300.000 gentes pasaron a ver el féretro de Trotski. Fue demasiado traumático para mí. Había perdido tantos familiares. El abuelo no era un hombre de morir de vejez en la cama, el cayó en el campo de batalla de sus ideas, en la revolución", señala su nieto 75 años después.

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