MADRID 13 Oct. (EUROPA PRESS) -
La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, felicitó hoy en nombre del Ejecutivo al banquero bangladesí y presidente del Banco Grameen, Mohammad Yunus, por la consecución del Nobel de la Paz de este año y reiteró el apoyo gubernamental a la meta de los Objetivos del Milenio para erradicar la pobreza extrema en el mundo y reducir a la mitad el "número inmenso" de personas que pasan hambre en el horizonte de 2015.
De la Vega recordó que el próximo martes se celebra el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza promovido por Naciones Unidas. "La lucha contra la pobreza es un objetivo necesario para la Humanidad. Las tremendas desigualdades entre ricos y pobres son inasumibles, inadmisibles desde el punto de vista ético. Además, es un objetivo íntimamente ligado a la lucha por la paz", indicó en rueda de prensa.
La vicepresidenta destacó que el nuevo Nobel de la Paz es alguien que ha puesto "su talento y su trabajo al servicio de una economía justa para las clases más pobres". Además, indicó que el Gobierno hace suyo el principio que expresa el Comité del Nobel en su veredicto: "la paz duradera no puede lograrse si no se consigue abrir un camino para que una amplia parte de la población salga de la pobreza".
El Gobierno, dijo, "comparte" este principio y cuenta para este objetivo con una herramienta "insustituible" como es el presupuesto de cooperación que en 2007 estará en el 0,4% del PIB en ayuda oficial al desarrollo, "muy cerca" del 0,5% con el que el Ejecutivo quiere terminar la legislatura y "más cerca del emblemático 0,7%" que se conseguirá, "sin duda", en el año 2012.
"En solo una legislatura hemos duplicado el presupuesto. El próximo año, aportaremos 4.200 millones de euros con un aumento del 32% con respecto a este año. Aumentará en esa misma proporción el presupuesto de la Agencia Española de Cooperación Internacional, que dedicará casi 800 millones de euros a la erradicación de la pobreza", puso como ejemplo.
De la Vega hizo hincapié en que esta ayuda "sea más eficaz, de más calidad, con un mejor control y también más transparencia". En este sentido, subrayó que para 2007 está previsto que la aportación española a los organismos internacionales sea de 700 millones de euros.