MADRID, 23 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno noruego ha acelerado las negociaciones sobre una nueva ley de salud mental que permitiría recluir a enfermos potencialmente peligrosos o en riesgo de ser atacados en un hospital de máxima seguridad. El objetivo es que la norma esté lista en caso de que finalmente no se pueda dictar una sentencia de cárcel contra el único detenido por la matanza de Oslo y la isla de Utoya, Anders Behring Breivik.
La Administración noruega trabaja en esta revisión desde el año 2010, pero los asesinatos del pasado 22 de julio, en los que murieron 77 personas, la llevaron a acelerar el proceso para contemplar medidas especiales para pacientes peligrosos o violentos.
La ley que estudia el Gobierno plantea que los pacientes también sean recluidos en una unidad especial si la Policía considera que están "en riesgo de ser atacados por alguien que busca venganza" y menciona expresamente a quienes "han cometido actos graves y atroces, tales como asesinatos en masa".
Según el texto, recogido parcialmente por la cadena británica BBC, el encierro de estos pacientes queda inicialmente limitado a seis meses, tras los cuales un equipo médico debe evaluar la conveniencia de una prórroga o determinar el traslado del paciente a otra unidad.
La ministra de Sanidad noruega, Anne-Grete Stroem-Erichsen, ha abogado por adoptar una legislación adecuada en materia de salud mental "para proteger la salud de todos", en unas declaraciones en las que ha admitido la conveniencia de actuar antes de que Breivik comparezca de nuevo ante el juez.
La normativa fue sometida a un periodo de consultas de tres semanas que venció el jueves, 22 de marzo. El texto será presentado ante el Parlamento, al que corresponde su aprobación definitiva.
El secretario de Estado de Sanidad, Robin Martin Kass, ha asegurado a la BBC que, si todo sigue conforme a los cauces previstos, la medida podría entrar en vigor antes del 1 de julio. Para esas fechas se espera también el veredicto contra Breivik, cuyo juicio está previsto que arranque el próximo 16 de abril.
Kass ha explicado que el Gobierno quiere construir una nueva unidad de salud mental de alta seguridad e incluso se plantea levantarla en los terrenos de la prisión de Ila, en las que permanece detenido Breivik.
