María Corina Machado
REUTERS / MARCO BELLO
Actualizado: viernes, 10 noviembre 2017 20:11

CARACAS, 10 Nov. (EUROPA PRESS) -

Vente Venezuela (VV) y Alianza Bravo Pueblo (ABP), dirigidos por los destacados opositores María Corina Machado y Antonio Ledezma, respectivamente, han rechazado la decisión de la Mesa de Unidad Democrática (MUD), alianza a la que pertenecen ambos partidos, de iniciar un nuevo diálogo con el Gobierno de Nicolás Maduro para pactar una solución a la crisis que sufre el país.

El partido de Machado ha alertado en un comunicado de que se trata de "un falso diálogo" con el que el Gobierno "ofrece de nuevo una ficción" para ganar tiempo y asegurar su continuidad hasta 2019, cuando están previstas las próximas elecciones presidenciales.

Vente Venezuela ha calificado de inaceptable que el Gobierno ofrezca renovar el Consejo Nacional Electoral (CNE) y reconocer la Asamblea Nacional --el Parlamento-- a cambio de "legitimar" la Asamblea Constituyente, que rechazan tanto la MUD como la comunidad internacional, y de aprobar "el criminal endeudamiento externo".

Para Vente Venezuela, "sólo es conveniente un diálogo que conduzca a una salida negociada del régimen, no un diálogo para su continuidad". "Deseamos una negociación representativa de las fuerzas democráticas y de la disidencia del 'chavismo' que le ahorre dolor a la sociedad venezolana", ha indicado.

Además, ha criticado a sus compañeros de la MUD por tender a sus socios "una nueva emboscada". "Esos dirigentes no nos representan, ni representan a las fuerzas democráticas del país", ha afirmado, reclamando "una estrategia de coraje, determinación y eficacia que permita a todos superar esta época y comenzar la reconstrucción de la República".

ABP, por su parte, ha aclarado que no se opone a dialogar --"estimamos que es un bien muy preciado para los pueblos que sufren conflictos"--, sino que se resiste a repetir un modelo que ha considerado fallido porque ha priorizado "intereses particulares en detrimento de la causa abrazada por la ciudadanía de liberar al país de la tiranía".

El partido del ex alcalde caraqueño, que cumple arresto domiciliario, ha centrado sus críticas en la MUD por "retomar un fallido proceso (...) que solo ha sido útil para los intereses continuistas del régimen de Nicolás Maduro" hacerlo "entre telones".

ABP ha recordado que las anteriores tentativas "fueron manipuladas por factores que descaradamente han jugado a favor del régimen y por dirigentes de la oposición que secuestraron su conducción, permitiendo que fungieran como moderadores figuras alineadas con Maduro y en una sede cuyo Gobierno no ha disimulado sus simpatías con el actual régimen".

La formación de Ledezma ha insistido en que, antes de sentarse a la mesa de negociaciones, "es indispensable que, por parte del régimen, se cumplan los acuerdos burlados el año pasado: cese la persecución a la disidencia, desmonte la fraudulenta Constituyente y reconozca la legitimidad de la Asamblea Nacional".

"También es necesario que la oposición democrática deje atrás sus inocultables diferencias, controle las ambiciones individualistas que perturban la tarea que es urgente cumplir y se proponga recuperar la confianza y el respeto de la ciudadanía venezolana y de la comunidad internacional", ha señalado.

CITA EN SANTO DOMINGO

Los jefes de los equipos negociadores del Gobierno y la MUD, Jorge Rodríguez y Luis Florido, respectivamente, anunciaron el jueves que habían acordado reanudar el diálogo el próximo 15 de noviembre en la capital dominicana con seis países como mediadores, tres por parte que en el caso de la oposición serán Chile, México y Paraguay.

En los últimos años han intentado llegar a un acuerdo en múltiples ocasiones pero sin éxito. El intento más reciente descarriló en enero por acusaciones mutuas de incumplimiento sobre los primeros puntos de consenso. En septiembre hubo "contactos exploratorios" en República Dominicana, aunque tampoco prosperaron.

Hasta ahora, la MUD exigía al Palacio de Miraflores que, antes de comenzar las conversaciones, acatara una serie de requisitos previos que incluyen liberar a los "presos políticos" --entre ellos Ledezma-- y garantizar unas elecciones limpias.

Parte de la MUD dio por cerrada la vía del diálogo a principio de año e insiste en que el único camino posible para precipitar la caída de Maduro es mantener la presión en la calle para que la comunidad internacional fuerce unas elecciones presidenciales anticipadas.

Sin embargo, el sector más conservador, asume que el Gobierno no adelantará el calendario electoral y apuesta por encontrar soluciones temporales a la crisis venezolanas para prepararse para el asalto a Miraflores de 2018.

Las continuas fricciones entre la veintena de partidos políticos que integran la MUD hacen temer que la coalición opositora se desmembre y pierda la fuerza que ha acumulado como bloque, tanto dentro como fuera de las fronteras de Venezuela, en estos años.

De hecho, Voluntad Popular, Primero Justicia, Acción Democrática y Vente Venezuela --los principales partidos de la MUD-- han anunciado que no participarán en las elecciones municipales y a la Gobernación de Zulia previstas para el 10 de diciembre, mientras la coalición guarda silencio sobre este asunto.

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