Nuevo récord de víctimas civiles en 2016 por la guerra en Afganistán

Limpieza tras un atentado en Kabul
MOHAMMAD ISMAIL / REUTERS
Actualizado: lunes, 6 febrero 2017 9:55

Las bajas causadas por los ataques aéreos de fuerzas internacionales y afganas también marcan un nuevo máximo

MADRID, 6 Feb. (EUROPA PRESS) -

Naciones Unidas ha hecho un llamamiento a las partes en conflicto en Afganistán para que cesen los ataques contra civiles después de que 2016 se revelara como un nuevo año récord en víctimas civiles, con un total de 11.418 muertos y heridos.

En 2016, el balance de víctimas civiles ha marcado un nuevo récord, con 11.418 víctimas frente a las 11.034 registradas el año anterior, si bien el número de civiles muertos ha descendido, 3.498 fallecidos en 2016 frente a los 3.565 del año anterior, y el de heridos ha aumentado claramente, con un total de 7.920 lesionados frente a los 7.469 de 2015.

Del total de víctimas civiles de la guerra en 2016, 3.512 eran niños, de los cuales 923 perdieron la vida y 2.589 resultaron heridos, lo que supone un aumento del 24 por ciento respecto al año anterior, según el último informe elaborado por la Misión de Asistencia de Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA). La cifra total de víctimas civiles en 2016 es la mayor registrada desde que Naciones Unidas comenzó a contabilizarlas en 2009.

"La muerte y la mutilación de miles de civiles afganos es profundamente desgarradora y ampliamente prevenible", ha afirmado el representante especial de Naciones Unidas en Afganistán, Tadamichi Yamamoto, en un comunicado. "Todas las partes del conflicto deben adoptar acciones inmediatas para proteger a los hombres, mujeres y niños afganos cuyas vidas están siendo destrozadas", ha añadido.

La UNAMA ha explicado que las fuerzas contrarias al Gobierno afgano, principalmente los talibán, son responsables de casi dos tercios de las víctimas civiles, mientras que las fuerzas bajo mando de Kabul han causado casi un cuarto de las bajas civiles.

El informe de la UNAMA pone de manifiesto que los enfrentamientos entre las fuerzas insurgentes y las fuerzas gubernamentales en zonas pobladas o con presencia de civiles son la principal causa de víctimas civiles, seguidas por las explosiones de artefactos improvisados (IED, por sus siglas en inglés) y los atentados perpetrados por suicidas y/o con coches bombas, así como los asesinatos deliberados.

El análisis de situación de la Misión de Asistencia de Naciones Unidas también expone un aumento de los atentados perpetrados por Estado Islámico, especialmente contra los musulmanes chiíes. La UNAMA ha documentado 899 bajas civiles (209 muertes y 690 personas heridas), lo que supone multiplicar por diez el balance de víctimas que causó este grupo terrorista el año anterior. La mayoría de las víctimas causadas por la filial afgana de Estado Islámico en Afganistán se registraron en tres atentados a gran escala dirigidos contra chiíes.

250 CIVILES MUERTOS POR ATAQUES AÉREOS

Los ataques aéreos llevados a cabo por las fuerzas internacionales y las fuerzas afganas causaron en 2016 590 víctimas civiles, de las que 250 corresponden a muertes y las otras 340 son personas heridas, un balance que supone casi el doble de la cifra del año anterior y es el récord alcanzado desde 2009.

Yamamoto, que también es el jefe de la UNAMA, ha condenado el continuo y devastador impacto de los combates terrestres en las vidas de los civiles, así como el aumento de ataques suicidas dirigidos contra civiles.

"Otro año récord de sufrimiento de civiles en Afganistán", ha afirmado. "Mientras todas las partes del conflicto no hagan verdaderos esfuerzos para revisar y afrontar las consecuencias de sus operaciones, los niveles de víctimas civiles, el desplazamiento y otros tipos de sufrimiento humano probablemente continuarán a niveles espantosamente altos", ha explicado Yamamoto.

Por su parte, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Raad Al Hussein, ha hecho hincapié en que la cifra de víctimas civiles pone de manifiesto que son ellos los que pagan un mayor precio en la guerra. "Se ha matado a niños, se les ha dejado ciegos, se les ha mutilado o se les ha causado la muerte de sus amigos mientras jugaban con artefactos no explosionados que están dejando negligentemente las partes del conflicto. Las muejres continúan siendo brutalmente castigadas en paralelos procesos de una supuesta 'justicia' mientras que las minorías religiosas son atacadas mientras rezan en sus mezquitas", ha denunciado Zeid.

El Alto Comisionado ha advertido de que, "tras casi 40 años de constante y creciente conflicto en Afganistán", "una franquicia" de Estado Islámico ha llegado al país como "un nuevo componente mortífero".

"Ha llegado el momento de que las diferentes partes del conflicto cesen la incesante comisión de crímenes de guerra y piensen en el daño que están haciendo a sus madres, padres, niños y futuras generaciones al alimentar este conflicto sin final y sin sentido", ha recalcado Zeid.

Yamamoto y Zeid han pedido a las partes en conflicto en Afganistán que "minimicen" el empleo de armas explosivas en zonas con población civil y que garanticen que se retiran los restos explosivos, además de subrayar que tiene que haber justicia y deben perseguirse las violaciones del Derecho Internacional Humanitario y de la legislación en materia de Derechos Humanos.

"La continuidad de los ataques contra civiles y los ataques indiscriminados por parte de elementos antigubernamentales, en particular los ataques con artefactos explosivos improvisados y los ataques suicidas en zonas con población civil, es ilegal, censurable y, en la mayoría de los casos, puede considerarse como un crimen de guerra. Es imperativo que los autores, sean quienes sean, sean procesado por estos actos", concluye el informe de la UNAMA.

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