MANILA, 6 Mar. (Reuters/EP) -
La última ofensiva militar contra los rebeldes musulmanes de Bangsamoro, en la región filipina de Mindanao, ha dejado más de 70.000 desplazados que se están quedando sin alimentos, según han alertado las autoridades.
"Ojalá el Ejército termine ya con esta ofensiva, porque nos estamos quedando sin fondos", ha lamentado el gobernador de Mindanao, Mujiv Hataman. Sin embargo, los militares le han informado de que la operación contra los Combatientes Islámicos por la Liberación de Bangsamoro (CILB) todavía durará tres días más.
"Estamos hablando de decenas de miles de personas que proceden de once ciudades de la región de las marismas" que necesitan urgentemente de comida y agua potable, según el gobernador y fuentes de Cruz Roja.
Por otro lado, un portavoz militar ha declarado que intentarán poner fin a la ofensiva, aunque quizás no en el plazo de tres días que el gobernador ha asegurado.
"Soy incapaz de prometer que la ofensiva termine en 72 horas, es algo que depende del comandante de la operación, pero estamos teniendo en cuenta la petición del gobernador", según el general de brigada, Jose Kakilala.
El CILB mantiene relaciones con el principal grupo rebelde de Filipinas, el Frente Moro de Liberación Islámica, que ahora mismo está inmerso en negociaciones de paz con el Gobierno. En este sentido, el Ejecutivo teme que esta operación contra los rebeldes de Bangsamoro pueda obstaculizar las conversaciones.
