MADRID, 8 Nov. (EUROPA PRESS) -
Naciones Unidas ha advertido del peligro al que se exponen los desplazados congoleños que regresen a sus hogares tras el fin del conflicto entre Gobierno y rebeldes del M23 por la gran cantidad de artefactos explosivos --morteros, granadas de mano, minas, cohetes-- sin detonar en las zonas controladas por los rebeldes.
"La liberación gradual de las zonas controladas por el M23 ha permitido que parte de la población pueda regresar a su lugar de origen pero existe la preocupación sobre los civiles dadas las grandes cantidades de restos de material bélico que no ha explotado", indicó la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA, por sus siglas en inglés) en un comunicado.
"El acceso de la gente a los servicios básicos depende de un entorno seguro, que solo puede existir si se garantiza que las zonas a las que vuelven han sido despejadas de explosivos", indicó. En este sentido el Centro de Coordinación de Acción contra las Minas (UNMACC) se encuentra en la provincia de Kivu Norte --bastión del M23-- para eliminar los explosivos y concienciar a la población del peligro al que se expone.
El director nacional de operaciones del UNMACC, Kilema Ngoma, explicó que su equipo encuentra habitualmente esta clase de explosivos y por ello recuerda a la población que "no toquen, ni cojan, ni manipulen artefactos que puedan poner sus vidas en peligro". El centro, además, aconseja a los congoleños que no regresen a las zonas de Kibumba y Tshanzu, escenarios de los últimos combates, por la importante presencia de explosivos.
El pasado 5 de noviembre, el Ejército congoleño se incautó de 300 toneladas de armas y munición en esta última localidad, situada cerca de la frontera con Uganda y Ruanda, que servía de base al M23. Además, la UNMACC ya está trabajando para limpiar Kibati (a 20 kilómetros al norte de Goma), donde el Ejército y los rebeldes libraron los combates más intensos en septiembre.
ALTO EL FUEGO
El Gobierno de República Democrática del Congo (RDC) firmará un acuerdo de paz el lunes con el grupo rebelde M23 después de que éste depusiera las armas esta semana, ha anunciado este viernes el ministro de Exteriores congoleño, Raymond Tshibanda
Poco después, el líder del M23, Bertrand Bisimwa, aseguró en un comunicado que se había ordenado al jefe de Estado Mayor y a los comandantes de todas las unidades de los rebeldes que preparen a sus tropas "con vistas al desarme, la desmovilización y la reintegración en los términos que se acuerden con el Gobierno de Congo".
La derrota del M23 es el resultado de la ofensiva lanzada en las últimas semanas por el Ejército, que había conseguido expulsar a los rebeldes de su último reducto, Bunagana, y arrinconarlos en las colinas de próximas a las fronteras.
