MADRID 20 Abr. (EUROPA PRESS) -
Naciones Unidas ha denunciado este viernes que al menos catorce escuelas han sido destruidas en lo que va de año en el estado de Borno, en el norte de Nigeria, por parte de la organización islamista radical Boko Haram.
Al menos 7.000 niños se han quedado sin poder acudir al colegio por los ataques del grupo radical, que pretende acabar con la educación occidental. Boko Haram significa "La educación occidental es pecado".
El comisario de Educación de Borno, Musa Inuwa, ha pedido a los padres de la región que sigan llevando a sus hijos a las escuelas y que no se dejen intimidar. Inuwa ha realizado visitas en colegios para motivar a profesores y alumnos, según la agencia de noticias humanitarias de la ONU, IRIN.
Eric Guttschuss, investigador de Human Rights Watch para Nigeria, ha asegurado que los atentados "no solo afectan a los niños de las escuelas". "Atacar a las escuelas puede llevar a los niños de colegios cercanos a quedarse en casa ante el temor de nuevos ataques", ha señalado. Las autoridades aseguran que reconstruirán todos los colegios quemados.
El jefe de la Fundación Futuras Habilidades Islámicas, Suleiman Aliyu, ha señalado que varios profesores han dejado de acudir a las escuelas. "Cada semana, un profesor llama diciendo que se queda en casa porque hay tiroteos cerca de su zona", ha añadido.
Algunos padres envían a sus hijos a escuelas islámicas en el norte de Nigeria donde estudian durante diez años cómo interpretar el Corán. Sin embargo, el consejero Inuwa ha señalado que deben combinarse con la educación occidental porque "con educación islámica no pueden acceder al mercado de trabajo".
Aisha Alkali Wakil, abogada de varios supuestos miembros de Boko Haram, ha asegurado que los miembros de la organización no quieren acabar con la educación occidental sino que critican la influencia de los occidentales en la cultura de la zona. Wakil ha admitido que "quemar colegios no soluciona las cosas".