Refugiados Rohingya en Bangladesh
REUTERS / HANNAH MCKAY
Actualizado: jueves, 26 octubre 2017 19:26

RANGÚN, 26 Oct. (Reuters/EP) -

La misión de ONU-Hábitat en Birmania ha negado este jueves haber aceptado colaborar con el Gobierno en la construcción de viviendas para realojar a los 600.000 refugiados rohingya que han abandonado sus hogares y buscado asilo en Bangladesh por la violencia desatada en su contra.

El periódico 'Global New Light of Myanmar', controlado por el Gobierno, ha publicado una noticia en la que asegura que ONU-Hábitat ha acordado dotar de asistencia técnica y trabajar con las autoridades birmanas para ofrecer casa a los desplazados e "implementar proyectos que favorezcan la cultura y el sistema administrativo de Birmania".

El secretario del Ministerio de Bienestar Social birmano, Soe Aung, ha insistido en que la agencia de la ONU ha accedido a colaborar y ha señalado que ambas partes volverán a reunirse el 8 de noviembre. "Hemos llegado a un acuerdo con la ONU sobre asistencia técnica. Discutiremos con más detalle cómo proceder", ha dicho Aung.

Sin embargo, el portavoz de la ONU en Birmania, Stanislav Saling, ha manifestado en declaraciones a Reuters que, tras una semana de negociaciones con altos cargos del país, todavía "no se ha acordado nada".

"La misión ONU-Hábitat defiende que el realojo debería realizarse según los principios básicos de vivienda y en los términos apropiados para apoyar la seguridad y la dignidad de los refugiados cuando vuelvan a su lugar de origen", ha defendido Saling.

La noticia ha puesto de manifiesto las tensiones entre las autoridades birmanas y Naciones Unidas, que ya en abril criticó otro programa del Gobierno que pretendía reubicar a los refugiados en campamentos.

Los estatutos de la ONU establecen que todas las personas desplazadas tienen el derecho a recuperar las propiedades o las tierras de las que fueron expulsados de forma ilegal o arbitraria.

La líder birmana, Aung San Suu Kyi, ha asegurado que todo aquel refugiado rohingya en Bangladesh que pueda probar que vivía en Birmania es bienvenido de vuelta al país, pero existe desconfianza alrededor de esta promesa.

Lo más probable es que los rohingya que vuelvan a Birmania no cuenten con la posibilidad de reclamar sus tierras y tengan que enfrentarse al hecho de que el Gobierno se ha incautado de sus cosechas y las ha vendido, según han indicado altos cargos birmanos y los programas gubernamentales a los que ha tenido acceso Reuters.

La mayoría birmana de fe budista advirtió en agosto de que las agencias de la ONU, incluida la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), habrían provisto de alimento a los milicianos rohingya, aumentando la tensión entre los grupos de ayuda humanitaria, que tuvieron que suspender sus actividades en Rajine.

El Ejército birmano ha manifestado este jueves que retirará "parte" de sus agentes desplegados en Rajine y que los destinará a la capital de la región, Sittwe, como militares de apoyo.

Más noticias

Leer más acerca de: