MADRID, 9 (EUROPA PRESS)
La ONU está negociando al más alto nivel con el Gobierno de Etiopía para aclarar el incidente sufrido el domingo por uno de sus equipos de seguridad en la región de Tigray y conseguir que el acuerdo para el acceso humanitario firmado el 29 de noviembre se comience a aplicar cuanto antes dado que la población lleva semanas sin recibir ayuda.
Naciones Unidas y Etiopía firmaron un acuerdo para el acceso seguro y sin restricciones a las zonas bajo control gubernamental en la región de Tigray, escenario de un conflicto entre el Ejército y las fuerzas del Frente Popular de Liberación de Tigray (TPLF) que comenzó el 4 de noviembre.
Antes de que los convoyes con ayuda puedan entrar en la región norteña, la ONU envió equipos de seguridad para evaluar las rutas y las condiciones de las carreteras por las que tendrá que pasar la asistencia. Uno de estos equipos fue objeto de disparos el domingo pasado, según reconoció este martes el Gobierno etíope, que le acusó de haberse saltado dos controles de seguridad y disponerse a hacer lo propio con el tercero.
"Estamos extremadamente alarmados con lo sucedido", reconoce a Europa Press Saviano Abreu, portavoz de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), resaltando que los vehículos iban claramente marcados con el logo de Naciones Unidas y circulaban por rutas que habían sido acordadas de antemano.
Según ha precisado, el equipo estaba compuesto por dos conductores etíopes, dos miembros del personal nacional y otros dos expatriados que fueron detenidos en la localidad de Humera el domingo y liberados el martes en Bahir Dar, la capital de la vecina región de Amhara. "Este incidente pone de relieve la complejidad de la situación sobre el terreno dentro de Tigray", ha destacado.
Así las cosas, Abreu ha indicado que ahora mismo hay contactos al más alto nivel, incluidos el secretario general, Antonio Guterres, y el primer ministro, Abiy Ahmed, para "lograr que el acuerdo se materialice lo antes posible" puesto que el retraso tiene un "coste vital" dado que la población de Tigray lleva semanas esperando "asistencia y nuestros suministros ya se están agotando".
ASISTENCIA BASADA EN LAS NECESIDADES
Actualmente, ha añadido, se está trabajando en "detalles operativos adicionales, incluidas las condiciones de seguridad", antes de que los convoyes con ayuda puedan llegar a Tigray. Además, ha precisado, la ONU quiere asegurarse de que "la asistencia se base estrictamente en las necesidades de la población y se lleve a cabo de conformidad con los principios de humanidad, neutralidad, imparcialidad e independencia".
"Las personas afectadas por el conflicto deben recibir asistencia sin distinción de ningún tipo, salvo la urgencia de sus necesidades", ha recalcado Abreu, que ha pedido una vez más con urgencia a todas las partes en el conflicto que "permitan un acceso humanitario incondicional, sin trabas y seguro a toda la región".
Por el momento no hay datos sobre el balance de muertos y heridos que ha dejado el conflicto. Según una primera evaluación de las organizaciones humanitarias presentes en la región, unas 950.000 personas se han visto desplazadas, mientras que cerca de 50.000 etíopes han llegado al este de Sudán, el 45 por ciento de ellos niños, de acuerdo a los datos de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
En su último informe, el organismo subraya que "la situación humanitaria se sigue deteriorando" en Tigray. La falta de suministros básicos como comida, agua, combustible o dinero en efectivo "llevan a una inminente catástrofe humanitaria", precisa.
Además, ante la falta de agua y saneamiento y de servicios sanitarios las organizaciones humanitarias presentes en Tigray alertan del creciente riesgo de enfermedades relacionadas con el agua así como de la COVID-19, entre otras.
Los servicios médicos y de salud rutinarios, como los test y las campañas de sensibilización para la prevención y el tratamiento del coronavirus están interrumpidos desde el inicio del conflicto, destaca la OCHA, que alerta de que las instalaciones sanitarias en Tigray "necesitan apoyo para atender a los heridos y los hospitales se están quedando sin medicamentos y suministros para cuestiones rutinarias".
LOS HOSPITALES SE ESTÁN QUEDANDO SIN MEDICAMENTOS
Desde el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) han confirmado que la situación de las instalaciones sanitarias es extrema. "Los hospitales y los centros de salud se están quedando peligrosamente sin medicinas y suministros", ha explicado a Europa Press Crystal Wells, portavoz de la oficina del CICR para la región de África Oriental.
En el caso del hospital Ayder, en Mekelle, la capital de Tigray, "está paralizado por la falta de suministros médicos, electricidad y agua, lo que obliga a médicos y enfermeras a suspender servicios esenciales como cirugías y cuidados intensivos", ha ilustrado.
Según Wells, el conflicto ha provocado "una crisis humanitaria masiva" y los combates aún continúan en algunas zonas, pese a que el Gobierno dio ya por terminada su ofensiva. "Cientos de personas siguen huyendo hacia Sudán cada día y un número incontable de personas están desplazadas dentro de Tigray", ha precisado.
La portavoz del CICR ha reconocido que el apagón telefónico y de internet en buena parte de la región supone "grandes desafíos a la hora de verificar de forma independiente la información y permanecer en contacto constante con nuestro equipo en Mekelle". También "nos complica el tener una imagen integral de las necesidades humanitarias", ha añadido.
Además, "ha hecho que miles de personas no sean capaces de contactar con sus seres queridos dentro de Tigray, lo que ha generado una enorme angustia", ha precisado Wells, que precisa que la oficina del CICR en Adís Abeba ha recibido "miles de peticiones de personas que buscan ayuda para contactar con sus familiares" en la región.