Protesta contra el Gobierno de Pakistán en Islamabad - REUTERS / AKHTAR SOOMRO
ISLAMABAD, 1 Nov. (Reuters/EP) -
Decenas de miles de personas han salido a las calles de Islamabad para protestar contra el Gobierno, en una protesta masiva que la oposición ha aprovechado para darle al primer ministro, Imran Jan, un plazo de dos días para presentar la dimisión.
La ola de protestas es el principal esfuerzo concertado entre los distintos movimientos opositores desde que Jan se impuso en las elecciones generales de 2018. El Gobierno asegura que las manifestaciones son una amenaza para la democracia, mientras que sus detractores le recriminan falta de legitimidad y dependencia del Ejército.
"Vamos a dar dos días de plazo para que dimita", ha anunciado el líder de la campaña, el dirigente opositor Fazlur Rehman, del conservador Jamiat Ulema-e-Islam-Fazal (JUI-F). Lo ha dicho ante una marcha que, según datos de la Policía, ha congregado a unas 35.000 personas en la capital paquistaní.
Rehman ha apuntado ante la multitud que, una vez vencido el plazo, la oposición decidiría los pasos a seguir, si bien ha subrayado que no quiere ningún enfrentamiento con los militares. "El Gobierno tiene que irse, pero no queremos un choque con las instituciones", ha declarado.
Islamabad ha permanecido este viernes casi paralizado, con calles cortadas, escuelas cerradas, transportes públicos suspendidos y el servicio de Internet cortado en algunas zonas. Las autoridades han reforzado la seguridad en los barrios con oficinas del Gobierno u oficinas diplomáticas.
Una portavoz del Ejecutivo, Firdous Ashiq Awan, ha acusado en Twitter a la oposición ser una amenaza para la democracia, a pesar de que precisamente abogan por defenderla. Así, considera que sus últimas medidas "van contra las leyes de Pakistán y equivalen a destruir las normas democráticas y la Constitución".