MADRID, 11 Jul. (EUROPA PRESS) -
El cierre de la franja de Gaza por parte de Israel a raíz del secuestro de un soldado israelí por milicianos palestinos está provocando una preocupante escasez de agua y alimentos, según denunció hoy la ONG Acción contra el Hambre, precisando que el acceso a agua potable es "extremadamente preocupante" y que las reservas de harina y otros alimentos se agotarán en una semana.1
Según la ONG, los cortes en el suministro eléctrico paralizan las bombas de agua y el funcionamiento de los frigoríficos, a lo que se une la imposibilidad de abastecer los mercados, produciendo escasez de alimentos tan básicos como el aceite.
"El acceso al agua potable es ya extremadamente preocupante: tenemos sólo un 43% del suministro eléctrico y numerosas bombas de agua han dejado de funcionar", explica desde Gaza Hossam Almadhoun, jefe de base de Acción contra el Hambre en la franja. Esto repercute no sólo en la alimentación sino también en la higiene de los habitantes palestinos.
"La población está limitando enormemente el uso del agua: en las ciudades empieza a hacerse patente la falta de higiene y en las zonas rurales los puntos de abastecimiento son cada vez más lejanos", explica Hossam.
El cierre del puesto de control de Eretz entre la franja e Israel dificulta el abastecimiento de los mercados. Se calcula que las reservas de harina se agotarán en menos de una semana, igual que el arroz, el azúcar, el aceite y las legumbres. También impide a miles de trabajadores acudir a desempeñar sus empleos en Israel, lo que acrecienta la situación de crisis y carestía, según la ONG.
Tras el cierre de las fronteras algunas organizaciones humanitarias están haciendo llegar medicamentos a los hospitales, aunque la falta de alimento sigue siendo la peor amenaza para la salud.
"Todas las esperanzas de una vida mejor despertadas en la población tras la retirada israelí de Gaza hace diez meses se han esfumado en poco tiempo, la gente está nerviosa, se viven escenas cotidianas de pánico", relatan los cooperantes de Acción contra el Hambre en el terreno.
La Asociación Internacional de Agencias para el Desarrollo (AIDA), un colectivo de 70 organizaciones humanitarias que trabajan en los territorios palestinos, pide a la comunidad internacional que se abran las fronteras para el abastecimiento de los mercados y el movimiento de trabajadores.
