O.Próximo.- Una arabista española ve intereses en generar una "fractura" en región para "demonizar" a los países árabes

Cree que las ocupaciones militares hacen "mala alquimia" con la democratización y critica falta de alternativa de la UE

Europa Press Internacional
Actualizado: martes, 22 agosto 2006 17:18

SANTANDER, 22 Ago. (EUROPA PRESS) -

La profesora de Sociología del Mundo Árabe e Islámico de la Universidad Autónoma de Madrid, Gema Martín Muñoz, mostró hoy su preocupación ante la posibilidad de que detrás de los conflictos en Oriente Medio, como el reciente de Líbano, pueda haber "intereses en generar una fractura comunitaria" en la zona y una forma de intentar "que se maten entre ellos" con el fin de "debilitar" a los pueblos árabes, impedir que progresen y poder después "demonizarlos".

Según dijo, los riesgos de ocupación militar contribuyen "perniciosamente" a una ruptura "comunitaria y sectaria" de Oriente Medio. Ejemplo de ello es el caso libanés, donde a su juicio, las milicias de Hezbolá no se desarmarán en tanto no termine la ocupación. Desde su punto de vista, si se quiere avanzar hacia la democratización de Oriente la política de los actores exteriores debe cambiar.

Cree que las estrategias estadounidenses han "fracasado" y que corresponde a la Unión Europea dar una alternativa, "amistosa" y "no beligerante" con la propuesta de EE.UU., pero diferente. Sin embargo, aseguró ser "muy pesimista" sobre la capacidad de la UE para configurar la alternativa, puesto que se encuentra "reprobablemente lejos y ajena" a Oriente Medio y "ha sido incapaz" de diseñar una política exterior común.

En sus palabras, la Unión Europea se limita prácticamente a "firmar el cheque", pero "no sabe" plasmar eso en un proyecto y una alternativa a la política estadounidense, a pesar de que los europeos podrían aprovechar que, al contrario que EE.UU., "todavía tienen una buena imagen" en Oriente Medio y cuentan con un "espacio de influencia virgen".

CUATRO FACTORES

Para esta experta, que intervino hoy en el curso 'Democracia y diálogo: Occidente y el mundo árabe' de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander, en la democratización de los países árabes deben entrar en juego cuatro factores claves, los dos primeros, que se dé un "enraizado proceso de deslegitimación" de los regímenes establecidos y que los propios gobernantes se sientan "vulnerables" y vean en el cambio político su posibilidad de "supervivencia".

Aunque desde los años 80 se ha vivido "progresivamente" el proceso deslegitimizador y en otros momentos también se ha dado la vulnerabilidad de los regímenes vigentes, la intervención de los actores internacionales lo ha frenado, dijo.

Y es que precisamente la influencia del marco internacional es, para esta experta, el tercer factor esencial para poder propiciar un cambio democrático. Sin embargo, primero la Guerra del Golfo y después la lucha contra el terrorismo emprendida tras el 11-S frenaron esos procesos. Según Martín Muñoz, terminada la Guerra del Golfo los países árabes centran su atención, ya no en los cambios internos, sino en pactos de defensa.

La profesora explicó que con el 11 de septiembre se "debilitó aún más" el sentimiento de vulnerabilidad de los gobiernos árabes y la consecuente posibilidad de cambio, porque la guerra antiterrorista "revaloriza" a esos gobiernos, del mismo modo que supone "demoler y dar marcha atrás" en los avances que se habían dado hacia el Estado de Derecho.

Otro de los factores que favorecen la democratización y tampoco ha encontrado el debido apoyo de los países occidentales es, a su juicio, la necesidad de contar con una oposición política "fuerte, de peso, con una base social real y capacidad de convertirse en alternativa". Así, la profesora lamentó la "obsesión" de Occidente por querer "seleccionar" a los líderes y "torpedear" el proceso democrático cuando los resultados no le gustan.

En este sentido, reclamó el papel que deben jugar en el cambio político los partidos islamistas, salvo los radicales o grupos terroristas, puesto que la "mayor parte" de esos partidos "han interiorizado el discurso democrático" y pueden además "ser excelentes aliados sobre el terreno" contra el radicalismo y el terrorismo. "Los árabes son ciudadanos como todos, no existe un 'homus islámicus' desgajado de la realidad. Quieren libertades y un Estado de Derecho", apostilló Martín Muñoz, quien consideró que lo importante no son los actores, sino el proceso democrático.

PROCESO INCLUYENTE

En la misma línea, Rima Khalaf, que fue vice primera ministra de Jordania y ha sido también consejera del secretario general de Naciones Unidas, apostó por que el proceso democratizador en Oriente Medio sea "incluyente", no "excluyente", y se cuente por tanto con la participación de los partidos islámicos.

Respecto al papel de Occidente, rechazó una imposición de sus valores en la zona y reprobó igualmente las ocupaciones, cuyo fin supondría una "gran ayuda" para favorecer la reforma política. Pero para Khalaf, Oriente Medio no necesita sólo una reforma política, sino también económica y cultural. Para la reforma económica creyó necesaria la implicación de los países occidentales, y también en parte para la política, pero en el caso de la reforma cultural dejó claro que deben ser los árabes quienes la afronten, sin intervención exterior.

"Los países árabes tienen que reconsiderar sus estrategias y ha llegado el momento de que Occidente también lo haga", sentenció Khalaf, quien matizó no obstante que algunos países europeos todavía no se han decidido a favorecer la democratización en Oriente Medio, otros no están "seguros" de quererla y otros, aunque la creen necesaria, no ven la urgencia porque piensan que el proceso puede ser "desestabilizador".

Contenido patrocinado