BRUSELAS, 23 May. (EUROPA PRESS) -
La Comisión Europea logró hoy la luz verde de los Estados miembros para destinar a los palestinos un paquete de ayuda de emergencia por valor de 34 millones de euros, una propuesta del comisario de Desarrollo y Ayuda Humanitaria, Louis Michel, que pretende paliar los efectos del deterioro de la crisis humanitaria en los Territorios Palestinos. La iniciativa fue aprobada por el Comité de Ayuda Humanitaria del Consejo, que reúne a expertos de los Veinticinco, y se aprobará definitivamente a mediados de junio en el Parlamento Europeo.
"Estoy seriamente preocupado por el deterioro de la situación humanitaria en los territorios palestinos.Nuestros socios se enfrentan a necesidades crecientes y esta decisión pretende reforzar nuestro apoyo. Pero no debe considerarse, en ningún caso, como un sustituto de la Autoridad Palestina. Para que la ayuda llegue a la gente que lo necesita, se requiere un mínimo de seguridad y permitir los accesos, por lo que pido a todas las partes facilitar las labores humanitarias", recuerda Michel.
Este fondo se usará, fundamentalmente, para cubrir las necesidades más urgentes de la población palestina, esto es, alimentación, salud, agua potable, trabajo temporal y protección. Agencias de la ONU como la dedicada a los refugiados palestinos (UNRWA), el Programa Mundial de Alimentos (PAM), la agencia para la infancia UNICEF y otros organismos como el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y organizaciones no gubernamentales están ya trabajando sobre el terreno para poner en marcha los proyectos financiados por la Comisión Europea.
Los territorios palestinos están atravesando una crisis que no tiene precedentes en los últimos cinco años y, según datos del Banco Mundial aportados por la Comisión Europea, casi el 70% de los habitantes de la franja de Gaza vive bajo el umbral de la pobreza. Además, casi el 40% de la población de Cisjordania carece regularmente de acceso al agua potable y el futuro de los 2,5 millones de palestinos refugiados en Líbano, Siria y Jordania sigue siendo incierto.
Para responder a estas necesidades, la UE sigue liderando la lista de donantes en la región y su solidaridad con las víctimas de esta crisis le ha llevado a destinar casi 500 millones de euros anuales desde 2003 para ayudar a la población de la franja de Gaza y de Cisjordania.
Desde que se desató la segunda Intifada, en septiembre de 2000, la Comisión Europea ha hecho llegar a los palestinos 191 millones de ayuda humanitaria, que ha servido para financiar más de 400 proyectos humanitarios en colaboración con otros socios, como los anteriormente mencionados de Naciones Unidas o la Cruz Roja. Sólo en 2005, la Comisión aprobó dos paquetes de emergencia por un total de 36,6 millones de euros.
Por otro lado, la Comisión Europea planteará mañana a sus socios del Cuarteto --Estados Unidos, Naciones Unidas y Rusia-- y a los principales donantes internacionales utilizar el mecanismo internacional puesto en marcha para hacer llegar ayuda al pueblo palestino sin que el dinero pase por las manos de Hamás, para pagar dietas a profesores y personal médico palestino.
El Ejecutivo comunitario celebra esta semana la primera ronda de reuniones técnicas para concretar la puesta en marcha de este instrumento financiero. Hoy la comisaria de Relaciones Exteriores, Benita Ferrero-Waldner, se reunirá con representantes de los Estados miembros. Pasado mañana lo hará con diversos donantes internacionales, en concreto, con miembros del Cuarteto, donantes occidentales, del mundo árabe y de otras instituciones financieras internacionales, como el Banco Mundial.
El objetivo es discutir cómo va a funcionar el mecanismo y permitir que cada parte establezca sus prioridades en materia de ayuda que, en el caso del Ejecutivo comunitario, se centra básicamente en aliviar las necesidades más urgentes en educación y sanidad, según informó la portavoz de Relaciones Exteriores de la Comisión Europea, Emma Udwin.
Así, la Comisión planteará que la discusión del miércoles se centre en tres áreas: en primer lugar el aprovisionamiento de los servicios esenciales, en segundo lugar pagar las facturas de electricidad y, en tercer lugar, establecer unas "dietas" para profesores y personal sanitario. Todo ello se planteará a los donantes, que deberán darle su visto bueno o expresar si prefieren dar prioridad a otras áreas.
En cuanto a la evaluación económica que hace Bruselas para sufragar las necesidades más inmediatas, Udwin habló de unos seis millones de dólares mensuales para pagar las facturas de energía, siete millones para los costes no salariales de los servicios básicos de salud, educación y servicios sociales, y ocho millones para apoyar la labor de médicos y profesores. Se trataría de algo más de cuatro, cinco y seis millones de euros por capítulo, respectivamente.
