O.Próximo.- La cumbre entre los líderes israelí, palestino, jordano y egipcio reforzará a Abbas para aislar a Hamás

Europa Press Internacional
Actualizado: jueves, 21 junio 2007 19:39

JERUSALÉN 21 Jun. (EUROPA PRESS) -

El presidente egipcio, Hosni Mubarak, en un claro intento por cerrar filas contra Hamás, anunció hoy que ha invitado a reunirse la próxima semana en Sharm el Sheij al primer ministro israelí, Ehud Olmert, al presidente palestino, Mahmud Abbas, y al rey Abdalá II de Jordania.

El Gobierno egipcio explicó que la reunión tiene como objetivo afianzar el apoyo a Abbas por parte de la comunidad internacional y, concretamente, de los líderes regionales para aislar al Movimiento de Resistencia Islámico (Hamás) después de la toma de la Franja de Gaza.

Un día después de la cumbre del lunes en Sharm el Sheik, Mubarak tiene previsto reunirse con el rey saudí Abdulá para unificar el bloque de las naciones árabes en apoyo a Abbas, según informa el diario israelí 'Haaretz'.

Más allá del objetivo de mantener un proceso de paz tras los sucesos en Gaza, Egipto y otros países árabes temen el impacto que puede provocar en la región el control de Gaza por parte de Hamás. Jordania, Arabia Saudí y Egipto han remarcado ya que el gabinete formado por Abbas en Cisjordania es el legítimo Gobierno de los territorios palestinos.

El secretario de prensa del egipcio Partido Nacional Democrático, Ali Eldin Helal, señaló que su país hará lo que pueda para impedir las tentativas de la instalación de un estado islámico en Gaza. "No está entre los intereses de Egipto (permitir) la presencia de un estado religioso en sus fronteras, y hará lo que pueda para poner fin a esa presencia", indicó.

Por su parte, el asesor de Abbas Saeb Erekat dijo hoy que en la cumbre del lunes Abbas podría pedir la reanudación de las conversaciones de paz con Israel, alegando que sólo el progreso hacia la formación de un estado palestino puede hacer frente a Hamás.

Como pasos inmediatos, Erekat manifestó que Abbas pedirá a Olmert el desmantelamiento de los puestos de control que interrumpen la vida diaria y comercial, así como transferir cientos de millones de dólares de los fondos palestinos que Israel congeló después de que Hamás llegara al poder el año pasado.

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