JERUSALEN 16 Mar. (EP/AP) -
La economía palestina sufrirá un colapso y caerá en una profunda crisis si Israel y la comunidad internacional cumplen su amenaza de interrumpir la ayuda financiera cuando Hamás asuma el poder, según alertó hoy el Banco Mundial.
En el peor de los casos, los ingresos personales se reducirían en un 30% y las tres cuartas partes de la población caería en la pobreza para 2008, señaló el informe. Advirtió también de que la Autoridad Palestina, el principal empleador de Gaza y Cisjordania, quedaría al borde del derrumbe.
"Suspender las transferencias de ingresos, limitar los movimientos y acceso de los palestinos y reducir el flujo de la ayuda provocaría perjuicios económicos graves si se emplearan las herramientas disponibles con el suficiente vigor", indicó el informe.
El trabajo pone de relieve el dilema que enfrenta la comunidad internacional con respecto al Gobierno entrante de Hamás. Israel y Occidente quieren aislar a Hamás, al que califican de grupo terrorista, sin perjudicar a la población general.
Los palestinos dependen en gran medida de la ayuda internacional, que el año pasado fue de 1.300 millones de dólares. Los donantes occidentales, que envían la mayor parte de la ayuda, han amenazado con reducirla si Hamás no renuncia a la violencia y reconoce el Estado de Israel.
Hamás se ha negado a adoptar posiciones más moderadas, y ha pedido ayuda financiera al mundo árabe e islámico. Al ganar las elecciones parlamentarias del pasado enero, Hamás está completando la formación de un Gobierno que espera asumir sus funciones a finales de mes.
En su primera medida contra Hamás, el mes pasado, Israel congeló las transferencias de unos 55 millones de dólares en impuestos que recauda para los palestinos todos los meses.
Las transferencias de impuestos son esenciales para el presupuesto operativo de la Autoridad Palestina. El informe anota que la interrupción de las transferencias "es incompatible con la continuidad de operaciones esenciales de Gobierno".
Sin los fondos de este mes, la Autoridad Palestina pagó ayer los sueldos de sus 140.000 empleados, con dos semanas de demora, gracias a la ayuda de emergencia de donantes europeos y árabes.
El derrumbe de la autoridad agravaría el caos en Cisjordania y Gaza. Los empleados del Gobierno son generalmente los principales proveedores de sus familias.