SEVILLA, 1 Jun. (EUROPA PRESS) -
El ex presidente del Gobierno Felipe González abogó hoy por hablar de forma "clara" con el Movimiento de Resistencia Islámico (Hamás), que ganó las elecciones legislativas palestinas del pasado enero y por no "cortarle el apoyo económico" al pueblo palestino por parte de la UE, declaraciones que provocaron la "sorpresa" del embajador de Israel en España, Víctor Harel, y las "dudas" del ministro de Asunto Exteriores y de Cooperación, Miguel Angel Moratinos.
En su intervención en un encuentro organizado por la Fundación Tres Culturas en Sevilla sobre los 20 años transcurridos desde el inicio de las relaciones diplomáticas entre los dos Estados, González definió de "empate infinito" la situación actual del conflicto palestino-israelí por la supuesta fortaleza de Israel y la sensación de debilidad de los palestinos, "dos polos que dificultan el proceso de entendimiento y de paz".
A pesar de no querer hablar más sobre el asunto y a riesgo de ser "impertinente", preguntado sobre el veredicto de la elecciones palestinas, el ex presidente del Gobierno español defendió el diálogo con Hamás y mantener el apoyo económico al pueblo palestino, al tiempo que consideró que la solución no pasa por decisiones unilaterales del Gobierno israelí. Señaló que la mayor parte de Hamás no son islamistas, instó a recordar el origen de este movimiento y subrayó que el 70% de los candidatos electos "no tiene más convicciones religiosas que yo, que tampoco tengo muchas aunque no soy ateo".
La respuesta del embajador de Israel en España, Víctor Harel, a las "no demasiado afortunadas" declaraciones de González, fue inmediata. "Nadie en Israel, ni socialistas ni Simón Peres, han realizado unas declaraciones similares porque enfrente hay una organización terrorista confirmada por Europa y usted dice que olvidemos la legalidad ante un grupo terrorista que no reconoce a Israel y niega el abandono de la violencia y el terror", le reprochó Harel para manifestar de nuevo su sorpresa y decirle: "Sobre la impertinencia y la libertad de expresión, allá usted".
El ex presidente se amparó ante Harel en la libertad de expresión. "Digo lo que pienso y soy de los que creo en que también hay que hablar con Irán y creo que Estados Unidos debe hablar", apostilló. Sobre el conflicto, anotó que "la única manera de salir sería un acuerdo forzado, entre comillas, por la comunidad internacional", no impuesto sino de acuerdo a las pautas de cada parte.
"Hay que escenificar algo alternativo, porque lo que viene y lo que se prevé no me gusta", sostuvo González para concluir su respuesta dirigiéndose al embajador. "Hamás es una iniciativa de Israel contra la OLP (Organización para la Liberación de Palestina); no sé si se puede saber o es secreto de sumario y ni siquiera se puede recordar, pero yo tengo una edad para haberlo vivido", finalizó González.
RESPUESTA DEL MINISTRO
Una vez finalizada la intervención de Felipe González, a la que acudió el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, entre otros representantes del Ejecutivo andaluz, el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Miguel Angel Moratinos, inició su intervención ante un grupo de comensales.
El ministro dijo "respetar pero no compartir" algunas de las visiones expresadas por González. Se mostró convencido de la posibilidad de la paz y lamentó el "sentimiento de fatalismo" de dirigentes internacionales sobre la resolución del conflicto.
Sobre el diálogo con Hamás, quiso ser igual de "brutal" que González "pero en sentido contrario". Rechazó "un gobierno radical islamista que se instale definitivamente porque sería fácil desestabilizar Oriente Medio a medio o largo plazo; hay que hablar con Hamás pero antes conocer en qué condiciones".
"No estamos pidiendo algo imposible, son cosas sencillas y razonables: que renuncien a la violencia, que acepten la legalidad internacional y que reconozca a Israel no son cuestiones irracionales", explicó para preguntarse sobre la intención de Hamás al decir que su proyecto es establecer una tregua de 50 años. "Significa que Hamás no quiere jamás entablar relaciones con Israel ni la resolución definitiva del problema; la cuestión no es hablar sino de qué hablamos", aseveró.
Ahora bien, para el ministro, "si Hamás cambia su actitud, seremos los primeros en hablar porque somos los primeros interesados, pero de momento no lo hace". Sobre la ayuda a los palestinos, negó de forma rotunda que la UE las haya suspendido y aseguró que en 2006 se han desembolsado 150 millones de euros. "Lo que ocurre es que se ha decidido no dar ayudas directas a Hamás hasta que no asuma unos mínimos" y aludió a la creación de un mecanismo internacional para mantener las relaciones con el pueblo palestino y pagar los salarios básicos.
"Lo digo clarísimo, como alguien que ha intentado cerrar acuerdos con Hamás y siempre cuando estaba a punto, Hamás decidía cometer el día antes un atentado; ¿cómo puedo confiar en quien se dedicaba a sabotear el trabajo diario por la paz?", se preguntó Moratinos.
El ministro manifestó por tanto sus "dudas" sobre las intenciones y el planteamiento de la organización y expuso que "no sólo lo digo como ministro europeo, sino que está visión es compartida por otros países árabes".
Por último, Moratinos solicitó a "los amigos israelíes que no se escuden en la inexistencia de un 'partner' (socio) para no tratar de negociar de forma bilateral con los palestinos" y reflexionó sobre la influencia que podría tener Irán en el conflicto, interferencia que a su juicio dificultaría su resolución.