O.Próximo.- Israel sirve de excusa a regímenes árabes "para reprimir a sus pueblos", según una política jordana

"Occidente debe perder el miedo a la democracia en el mundo árabe", señaló la ex viceprimera ministra jordana

Europa Press Internacional
Actualizado: viernes, 19 enero 2007 15:23

MADRID, 19 Ene. (EUROPA PRESS) -

La ex viceprimera ministra de Jordania y presidenta del Consejo asesor del Informe del Desarrollo Humano Arabe del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Rima Jalaf Al Huneidi, aseguró hoy que Israel "ha permitido a muchos regímenes árabes pretextar la situación de peligro (derivada de su ocupación de territorios árabes) para reprimir en el interior" a su población, según manifestó en el marco de la conferencia 'Reforma Democrática y Pensamientos Políticos' del Foro MundoS ArabeS, organizado hoy por la Casa Arabe en Madrid.

Al Huneidi, explicando los obstáculos que hasta ahora han impedido el refuerzo de la democracia en el mundo árabe, constató que una de las principales causas de esta falta de avance es "la ocupación israelí de territorios árabes". Con la ocupación de los territorios palestinos, explicó la política jordana, se crea "una falta de libertades, Israel no respeta los derechos de los ciudadanos, menoscaba los Derechos Humanos, las libertades fundamentales, destruye hogares", afirmó.

Además, aseguró que dicha ocupación da la excusa a "muchos nacionalistas e islamistas", que insisten en este hecho para reforzar su poder. "Esto ha permitido el nacimiento de fuerzas radicales que recurren a la violencia y obstaculizan las reformas", sentenció.

Del mismo modo consideró que la ocupación de Irak es "otro obstáculo" para el desarrollo democrático del mundo árabe. "El caos, la destrucción, la matanza diaria", señaló Al Huneidi, constituyen "el peor ejemplo de democracia entre comillas".

Sin embargo, la ex viceprimera ministra, no achacó sólo a los factores externos la falta de sistemas democráticos en algunos puntos del mundo árabe, y manifestó que la estructura jurídica de muchos de estos países "está en contradicción con los Derechos Humanos". Asimismo señaló que la estructura social en forma de "clan" es otro impedimento porque este concepto "es enemigo de la independencia individual".

Otro punto a destacar, según Al Huneidi, es la "producción lucrativa, por ejemplo el petróleo". "El ciudadano no tiene derecho a pedir cuentas" sobre lo que sus gobiernos hacen con estos recursos, señaló.

La ex viceprimera ministra constató la situación de las libertades, que en algunos de estos países "viven anemia", especialmente en cuanto a la libertad de expresión y prensa, organismo este último que "sufre represión, persecución, es acallado o comprado". Indicó también la falta de libertades políticas, con "siete países árabes que prohíben la creación de partidos políticos", y algunos de los lo permiten "prohíben sus actividades". Incluso algunos sectores como mujeres, minorías étnicas y religiosas, "sufren una marginación doble", resaltó.

OCCIENTE DEBE "PERDER EL MIEDO"

"A veces Occidente se sorprende por la postura de los reformistas árabes ante sus iniciativas", que despiertan en muchas ocasiones "dudas". La diferencia, explicó entre las iniciativas de reforma árabes y las occidentales, es que estas últimas muchas veces pretenden llevar a cabo la reforma desde la perspectiva del combate del terrorismo, mientras que las árabes pretenden acabar con la represión y su objetivo es el buen gobierno.

Como ejemplo citó "la postura de Occidente tras las elecciones palestinas" del pasado año, en las que el grupo islámico Hamás se hizo con el Ejecutivo, tras lo que los países occidentales retiraron los fondos al Gobierno palestino. "Esto ha reforzado las dudas de los reformistas árabes", afirmó, porque Occidente "concede un apoyo selectivo a los regímenes" en función de sus intereses, y los señala "como ejemplo de democracia", especialmente en los países que albergan bases extranjeras, "como Líbano".

En cuanto a las iniciativas de paz para el conflicto israelopalestino propuestas por Occidente, Al Huneidi condicionó su fracaso a que, ahsta ahora, no han recogido los principios básicos que deben incluir: "el respeto a los Derechos Humanos y la condena a cualquier país, amigo o enemigo, que no lo haga; el respeto al resultado del proceso democrático aunque a algunos no caigan bien los vencedores; y que la reforma no sea importada desde fuera".

"Occidente debe liberarse del miedo a la democracia en el mundo árabe", afirmó y debe "ayudar a poner fin a la ocupación israelí de territorios árabes, porque esto reforzaría el proceso democrático", zanjó.

Asimismo participó en la conferencia el pensador y jurista chií libanés, Al Sayed Mohamed Hasa Al Amin, quien aseguró que la reforma democrática en los países árabes está "fuertemente relacionada con la reforma religiosa" y constató que uno de los obstáculos para esta reforma es la aparición de un pensamiento islámico que "quiere copiar el islam histórico y rechaza la democracia, argumentando que es algo propio de los colonizadores".

Al Amin defendió al Islam, señalando que sus propios fundamentos religiosos propugnan que "el ciudadano sea el que cree su régimen político según sus intereses", y aseguró que "una reforma religiosa necesariamente conducirá a la separación entre el Estado y la religión".

Por su parte, el politólogo sudanés Abdelwahab El Affendi, que también intervino en el foro, señaló que la reforma democrática árabe "es complicada" porque, entre otros asuntos "estamos en situación de debilidad" y el diálogo "debe producirse entre iguales".

"Ayer Bush (George W., presidente de Estados Unidos) nos amenazó con aplicarnos la democracia, espero que no lo lleve a cabo", bromeó el sudanés.

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