MOSCÚ 11 Abr. (EP/AP) -
El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergey Lavrov, criticó hoy el "boicot" de Occidente al nuevo Gobierno palestino y afirmó que la única manera de suavizar las ideas de Hamás es trabajando con ellos.
Lavrov dijo que cortar la ayuda internacional a la Autoridad Palestina después de la victoria de Hamás en las elecciones desestabilizará la región. Lavrov afirmó que congelar la ayuda es una manera errónea de intentar que Hamás cumpla las peticiones internacionales de reconocer Israel, dejar la violencia y reconocer los acuerdos existentes entre Israel y Autoridad Palestina.
"Por supuesto que Hamás debe cumplir con las peticiones de los mediadores internacionales, pero para hacerlo es necesario trabajar con Hamás no boicotearlo. El rechazo de la ayuda a los palestinos porque hayan elegido a un Gobierno formado por miembros Hamás es erróneo", estimó el ministro.
Lavrov afirmó que es posible adoptar un mecanismo de distribución de ayuda para asegurar que los fondos internacionales se gasten sólo en necesidades humanitarias. "Es necesario encontrar vías que permitan proveer la asistencia de una forma transparente y verificable. Rusia planea proporcionar asistencia de esta manera", aseguró.
La Unión Europea congeló esta semana cientos de millones de dolares de la ayuda presupuestaria destinada al Gobierno palestino. Estados Unidos y Canadá también han frenado su ayuda. La UE ha dicho que continuará enviando ayuda humanitaria a los palestinos a través de organizaciones no gubernamentales.
Hamás, considerada como una organización terrorista por la Unión Europea y Estados Unidos, ha rechazado renunciar a la violencia o reconocer la existencia de Israel. La situación financiera palestina es particularmente delicada desde que Israel ha paralizado la transferencia de 45 millones de euros que corresponden a la Autoridad Palestina por la recogida de impuestos.
Una delegación de Hamás visitó Rusia el pasado mes rompiendo así el aislamiento internacional del grupo militante. El movimiento provocó el enfado de Israel y sorprendió a los miembros del llamado Cuarteto por la paz en Oriente Próximo.