ESTOCOLMO 1 Sep. (EP/AP) -
Un importante responsable palestino pidió hoy a los donantes internacionales que ayuden a reducir la crisis humanitaria "sin fin" en la franja de Gaza y reclamó a Israel que permita un acceso más fácil a los envíos de ayuda que llegan a Cisjordania.
"Dadas las limitaciones que nos imponen, la situación continúa deteriorándose", señaló Mohamed Mustafa, consejero del presidente palestino, Mahmud Abbas. Mustafa encabeza la delegación palestina que asiste a la conferencia de donantes que se celebra hoy en Estocolmo, en la que los organizadores esperan reunir una parte sustancial del llamamiento emitido por la ONU previamente. Hasta ahora, alrededor del 39% de los 257 millones de euros solicitados han sido reunidos, según los organizadores.
El ministro sueco de Exteriores, Jan Eliasson, abrió la conferencia prometiendo 3,9 millones de euros para ayuda humanitaria, así como 2,3 millones para reconstruir una central nuclear que fue destruida este año por un ataque israelí. Además, Suecia dará otros 4,7 millones de euros al Banco Mundial para Gaza, indicó Eliasson.
"Tenemos que romper el círculo vicioso de violencia", afirmó el ministro sueco. "El sentimiento de desesperación debe ser sustituido por la esperanza", añadió.
Mustafa agradeció a los más de 50 países y organizaciones que asisten a la conferencia, pero dijo que sólo con dinero no se resolverá la situación humanitaria en Gaza. "Nosotros creemos firmemente que esta crisis humanitaria creada por el hombre es de naturaleza política y por tanto requiere una solución política", subrayó.
En este sentido, pidió a Israel que abra la frontera de la franja de Gaza y dijo que el principal objetivo de la conferencia debe ser "el fin del cierre devastador de Gaza y permitir el libre flujo de personas, bienes y servicios de entrada y salida de Gaza".
Por su parte, el coordinador humanitario de la ONU, Jan Egeland, destacó que la situación en Cisjordania se ha deteriorado mientras el mundo centraba su atención en los 34 días de conflicto entre Israel y la milicia chií libanesa Hezbolá, calificando Gaza de "una bomba de relojería".
"He viajado a Cisjordania durante 22 años, pero nunca he experimentado tanta desilusión, frustración, odio y falta de esperanza como durante mi última visita" en Julio, aseveró.