CLEAR BROOK (ESTADOS UNIDOS), 12 (EP/AP)
La muerte del activista norteamericano Tom Fox, cuyo cuerpo sin vida se halló ayer en Irak, fue motivo de lamentos tanto en la Estados Unidos, donde sus amigos de manifestaron, como en territorios palestinos, donde es recordado por su acciones favorables a la causa palestina.
En la localidad de Clear Brook, en el estado de Virginia, fueron unas treinta personas, entre amigos y compañeros, las que se concentraron en señal de protesta, como han hechos desde que fue apresado el año pasado.
Palestinos de todas partes de Cisjordania también expresaron el dolor el sábado sobre la matanza de Fox, que había viajado a la zona para protestar por su causa antes de ser tomado como rehén.
Fox se había manifestado en la ciudad cisjordana de Jayyus contra la construcción de Israel de un muro de separación entre este país y Palestina.
"Tom solía sentarse delante de las excavadoras israelíes para bloquearlas", dijo el alcalde de Jayyus, Shawka Shamha, que agregó que "la noticia de su muerte es para quedarse muy triste".
Fox trabajó con iraquíes encarcelados, a menudo sirviendo como único nexo de comunicación entre ellos y sus familias en el exterior. Además, también escoltó los envíos de medicina a clínicas y hospitales y trabajó para formar un equipo pacificador islámico.
El cuerpo de Fox, uno de los cuatro activistas cristianos secuestrados el pasado año en Irak, apareció muerto junto a una vía de tren con impactos de bala en la cabeza y en el pecho, según confirmó el Ministerio iraquí de Interior.
Fuentes militares estadounidenses en Bagdad confirmaron que los restos de Fox fueron encontrados por soldados norteamericanos en la tarde del jueves, pero no explicaron el estado del cuerpo del secuestrado.
Según un responsable policial que trabaja en colaboración con el Ministerio de Interior, Falah al Mohammedawi, una patrulla policial también acudió al lugar donde apareció el cuerpo. Mohammedawi explicó que el cuerpo presentaba impactos de bala, las manos atadas y cortes en el cuerpo y hematomas en la cabeza.
Por el momento se desconoce el paradero y la situación de los tres activistas que fueron secuestrados junto a Fox: los canadienses James Loney, de 41 años, y Harmeet Singh Sooden, de 32, y el británico Norman Kember, de 74 años. El pasado 28 de febrero, los tres aparecieron en un vídeo emitido pro la cadena de televisión árabe Al Yazira, en el que no se pudo ver a Fox, lo que hizo surgir temores sobre su suerte.