JERUSALÉN, 14 Mar. (EUROPA PRESS) -
Una misión de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) publicará hoy un informe en el que instará a Israel a que pare de manera inmediata las obras de reconstrucción en la Explanada de las Mezquitas, en Jerusalén, según la prensa israelí.
Según las informaciones del diario 'Haaretz', el equipo de la UNESCO considera que las obras no han causado ningún daño a la Explanada, conocida por los judíos como el Monte del Templo, ni ponen en riesgo la estabilidad del lugar, que alberga algunos de los lugares más santos para el Islam, la Mezquita de Al Aqsa y la Cúpula de la Roca, y se considera el lugar donde se construyeron el primer y el segundo templo de Jerusalén, y según los judíos, donde debe construirse el tercero.
El equipo especial de la ONU determinó también que las excavaciones se ajustan a los estándares internacionales para lugares culturales significativos. Pero, sin embargo, el informe hace un llamamiento a Israel para que frene las excavaciones, que además de provocar la ira en el mundo árabe, causaron desacuerdos en el Ministerio israelí de Asuntos Exteriores.
Asimismo, el equipo lanza algunas críticas a Israel, al considerar que deberían haber incluido a organizaciones internacionales en el proyecto de renovación de la Puerta Mugrabi, en una de las rampas de acceso a la Explanada. Por ello, además de pedir el cese de los trabajos, pide a las partes internacionales que se impliquen en el proyecto y sigan más de cerca la situación.
En concreto, la comisión recomienda a Israel que a partir de ahora consulte a las autoridades islámicas competentes en Jerusalén, así como a las jordanas, para la toma de decisiones que afecten a los proyectos de reconstrucción cerca de la Explanada.
Fuentes diplomáticas citadas por 'Haaretz' manifestaron anoche su disconfirmidad con los resultados de este informe. Las excavaciones, que comenzaron a principios de febrero, desencadaron fuertes protestas por parte de palestinos y árabes isaelíes, que temían que la Mezquita de Al Aqsa y la Cúpula de la Roca sufrieran daños.
