JERUSALÉN, 13 Dic. (EUROPA PRESS) -
Varias decenas de colonos judíos han atacado a última hora de la tarde del lunes una zona militar restringida en la frontera con Cisjordania y Jordania en protesta por el papel de Amán en las disputas en torno al cierre de la Puerta de los Magrebíes, uno de los principales puntos de entrada a la Explanada de las Mezquitas, por parte de las autoridades de Israel.
Una portavoz del Ejército israelí ha confirmado que, según los primeros informes, alrededor de 30 colonos han atravesado la valla de seguridad del recinto y han entrado en la zona militar, pero ha descartado que hayan llegado a cruzar la frontera con Jordania. Asimismo, ha señalado que soldados y policía fronteriza de Israel están "trabajando para restaurar el orden", según ha informado la agencia de noticias palestina Maan.
Los colonos han construido una barricada en un lugar sagrado para los cristianos en el río Jordán por ser considerado el lugar en que la figura bíblica de San Juan fue bautizado. El grupo, conocido como Hilltop Youth, ha amenazado con construir un fuerte en la zona mientras los soldados israelíes vigilaban desde la frontera, ha informado el diario en lengua hebrea israelí 'Maariv'.
Este grupo estaría amenazando con atravesar la frontera y entrar en territorio jordano, según ha señalado la cadena de televisión israelí Channel 2.
Las autoridades israelíes han justificado el cierre por un informe del ingeniero municipal, Shlomo Eshkol, que considera que el puente corre serio peligro de derrumbe y que supone además un riesgo para el conjunto del complejo histórico por el peligro de incendio. El puente podrá ser utilizado solo por la Policía y en momentos de urgencia, según recoge el diario israelí 'Haaretz'.
La rampa de madera fue construida como solución provisional de acceso tras la tormenta de nieve y el terremoto de 2004 que dañaron el puente de piedra. La estructura de madera está físicamente sobre el puente anterior, que une el Muro de las Lamentaciones con la Explanada de las Mezquitas, donde están la Mezquita de Al Aqsa y la Cúpula de la Roca, tercer lugar santo del Islam.
Tanto Egipto como Jordania han exigido a Israel que no derribe el puente y construya uno más grande en su lugar, como es su intención, ya que consideran que con esta decisión se modificaría un lugar santo para el Islam y el Cristianismo. Los medios israelíes han informado de que el Gobierno consultará sobre el futuro del puente al rey Abdalá II de Jordania, custodio de los lugares santos musulmanes en Jerusalén.
Por su parte, el muftí de Jerusalén, el jeque Mohammad Hussein, ha dicho que las autoridades religiosas islámicas se oponen a la demolición de la estructura existente y a la construcción de una nueva.
Cualquier construcción en el lugar podría resultar conflictiva políticamente. En 1996, durante el primer mandato de Benjamin Netanyahu como primer ministro, murieron 60 palestinos y 15 israelíes por la violencia desatada tras la apertura de un túnel de acceso para turistas en esa misma zona. Ya en 2007 inicio del desmantelamiento del puente provocó protestas en todo el mundo musulmán.
