RIGA, 29 Nov. (de la enviada especial de Europa Press, Clara Pinar) -
Los 26 miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte(OTAN) establecieron hoy definitivamente la creación de la Fuerza deRespuesta de la OTAN (NRF) al confirmar su "plena capacidad operativa" con una dotación de 25.000 efectivos capaces de desplegarse en el menor tiempo posible para asistir en una emergencia declarada en cualquier parte del mundo.
La Cumbre de Riga acordó este miércoles definitivamente la creación de esta fuerza cuyo origen está en situaciones como la que creó para los soldados de la OTAN su requerimiento en Pakistán después del terremoto de 2005. La idea se fue perfilando en distintas ocasiones, pero aún era necesario el compromiso de los aliados para dotar a la NRF con los recursos necesarios. Esto ocurrió hoy finalmente con la declaración de su "plena capacidad operativa", fijada en 25.000 efectivos.
Según el documento de conclusiones de la Cumbre, la NRF servirá como "catalizador de la transformación" de la OTAN y "enfatizará la calidad global de nuestras fuerzas armadas, no sólo para la OTAN, sino también para la UE, la OTAN o para objetivos nacionales".
A partir de ahora, los aliados se comprometieron a "mejorar la puesta en marcha del concepto de la NRF mediante mecanismos para tener una generación de fuerzas a largo plazo", indica el texto, en alusión al hecho de que los efectivos de la NRF rotan cada seis meses y es necesario que cada medio año la versión renovada tenga igualmente una capacidad operativa plena.
Por su parte, el comandante supremo de la OTAN, el general James Jones, afirmó que la declaración de capacidad operativa plena de la NRF "termina con la incertidumbre" y "muestra que las naciones están comprometidas en el concepto de una fuerza sostenible, flexible, desplegable e interoperable que incluya elementos de tierra, mar y aire y que es capaz de reaccionar rápidamente donde la Alianza sea necesaria".
El general Jones agradeció el trabajo que se han tomado los aliados para establecer la NRF y especialmente a los países que prestarán sus tropas para las dos próximas rotaciones semestrales: Bulgaria, Canadá, Francia, Alemania, Noruega, Rumania, España, Turquía, Estados Unidos, Italia y Reino Unido.
Por otra parte, la Cumbre de Riga concluyó con el convencimiento de los aliados de que "la adaptación de nuestras fuerzas debe continuar", para lo que acordaron una serie de iniciativas destinadas a "incrementar la capacidad de nuestras fuerzas para enfrentar las amenazas y los retos contemporáneos".
MÁS GASTO DE DEFENSA
Los aliados aseguraron su compromiso "para suministrar continuamente, individual y colectivamente, los recursos que sean necesarios para permitir a nuestra alianza cumplir las tareas que le demandamos".
En este sentido, la declaración de la Cumbre de Riga "anima a las naciones cuyos gastos de defensa se están disminuyendo a impedir esta disminución e incrementar sus gastos de defensa en términos reales". Asegura "el desarrollo de las capacidades no será posible sin el compromiso de que habrá recursos suficientes".
Según las conclusiones, los aliados acordaron "incrementar el transporte aéreo estratégico" para el despliegue de fuerzas, lanzar una iniciativa de transformación de las fuerzas de operaciones especiales para aumentar su capacidad para trabajar en conjunto o asegurar que el apoyo militar pueda servir a operaciones de estabilización y reconstrucción.
Asimismo, los aliados se mostraron dispuestos a trabajar para desarrollar una red de la OTAN a través de la cual se comparta información de inteligencia de manera segura y rápidamente, así como a activar un Centro de Fusión de Inteligencia para mejorar el intercambio de inteligencia e información sobre las operaciones de la OTAN.
La OTAN continuará también con sus esfuerzos para crear un enfoque común sobre logística y acordaron firmar el mayor contrato de defensa de misiles de la OTAN, el "mayor paso hacia la mejora de la protección de las fuerzas desplegadas".
El texto de conclusiones explica que en la Cumbre de Praga de 2002 se inició un estudio sobre la viabilidad de la defensa con misiles "para responder a la cada vez mayor amenaza" con este tipo de armamento. Finalmente, se concluyó que "la defensa con misiles es técnicamente viable dentro de las limitaciones" que reconoce el estudio.
