RIGA, 28 Nov. (EUROPA PRESS) - El ministro de Asuntos Exteriores de Canadá, Peter Gordon MacKay, reclamó hoy una mayor implicación de otros países en Afganistán, mediante la eliminación de las reservas que tienen algunas tropas, para evitar que las 44 bajas que ha tenido el contingente canadiense no provoquen una pérdida del apoyo público con que cuenta la operación en su país.
Canadá ostenta la comandancia de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF) en la zona sur de Afganistán, la que registra mayores y más graves enfrentamientos con los taliban y en la que también operan soldados de Reino Unido, Estados Unidos y Países Bajos. Un total de 44 soldados canadienses de la ISAF han muerto mientras desempeñaban su función en Afganistán. De ellos, 36 bajas se produjeron este año y las dos últimas ayer mismo.
Frente a estos países, hay otros que también participan en la ISAF como Alemania, Italia, Francia y España que enviaron a sus soldados a Afganistán condicionados por una serie de restricciones que en el caso español tienen que ver, por ejemplo, con la prohibición de que las fuerzan salgan de la región donde fueron destacadas, el oeste.
En un foro organizado por el Gobierno de Letonia previo al inicio este martes de la Cumbre de la OTAN, MacKay aseguró que su país se comprometió a mantener las tropas en Afganistán hasta febrero de 2009, pero que permanecerán "tanto tiempo como dure la insurgencia".
A pesar de esta afirmación, el ministro admitió que el apoyo de la opinión pública puede debilitarse debido al número de bajas si otros países no incrementan su apoyo y siguen siendo reacios a autorizar el libre movimiento de sus tropas por cualquier parte de Afganistán y especialmente en la más conflictiva, la zona sur. "Francamente, sí", afirmó en relación a esta posibilidad.
"Perder a hombres y mujeres jóvenes es la manera más segura de que pueda ocurrir" la pérdida de la confianza pública en la participación de Canadá en la ISAF, dijo MacKay, que advirtió que el progreso "aún se puede deteriorar si tu gente vuelve a casa en ataúdes".
Por este motivo, afirmó que la OTAN necesita "tropas más robustas" en Afganistán y una prueba de que los aliados están plenamente comprometidos con la misión. "Afganistán es la mayor incubadora de terrorismo del mundo", advirtió y añadió que "los canadienses reconocemos que tenemos una obligación más amplia para hacer frente a la amenaza".
De esta forma, Canadá se alinea con la petición en la que ha insistido el secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer, para que los aliados levanten las restricciones con las que sus tropas fueron enviadas a Afganistán, de manera que puedan asistir a los contingentes de otros países "en caso de emergencia".
De Hoop Scheffer, que ayer aseguró que sigue negociando para lograr un mayor compromiso en este sentido, aseguró que la eliminación de las reservas es incluso "más importante" que enviar más tropas a Afganistán.
