Pakistán/Afganistán.- Shaukat Aziz visitará mañana Kabul para discutir sobre las fronteras entre ambos países

Europa Press Internacional
Actualizado: miércoles, 3 enero 2007 12:12

ISLAMABAD 3 Ene. (EP/AP) -

El primer ministro paquistaní, Shaukat Aziz, visitará mañana Afganistán, una semana después de que su Gobierno anunciara que vallará y minará partes de las fronteras comunes entre ambos países con el fin de evitar que continúen cruzándolas milicianos de la insurgencia talibán, según comunicó hoy el ministro de Información paquistaní, Mohammed Ali Durrani.

Aziz se encontrará en Kabul con el presidente afgano, Hamid Karzai, así como con otros altos cargos de su Ejecutivo, según reveló Durrani, quien no aportó más detalles.

Karzai ha reaccionado rechazando el plan de Islamabad, ya que considera que sólo conseguirá aislar a afganos y paquistaníes pero no acabará con los santuarios talibán que éstos poseen en Pakistán. Ningún miembro de la Administración de Aziz se ha pronunciado sobre cuando comenzarán las operaciones para minar y cercar la frontera.

Otro alto cargo del Gobierno paquistaní declaró bajo anonimato que "la seguridad es un asunto que concierne a ambos lados" de la frontera, y que el interés de Pakistán por aumentar la seguridad en la misma será un tema central en las conversaciones entre los dirigentes de ambos países, que suponen dos de los principales aliados de Estados Unidos en su lucha contra el terrorismo. Las relaciones afgano-paquistaníes se han deteriorado en los últimos tiempos. Dirigentes afganos y norteamericanos sostienen que muchos rebeldes actúan desde localizaciones dentro de Pakistán, mientras que Islamabad aseegura que hace todo lo posible para impedirlo. De hecho, la iniciativa del Gobierno de Aziz de vallar y minar parte de los 2.430 kilómetros de fronteras comunes ha sido visto como un intento de acallar las voces que critican su capacidad resolutiva para ayudar a acabar con la actividad de los talibán.

La lucha armada de los talibán ha aumentado notablemente el pasado año, en lo que supone la más dura fase del conflicto con fuerzas occidentales desde que comenzaran los enfrentamientos hace cinco años.

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