MIRAN SHAH (PAKISTAN), 6 (EP/AP)
Las autoridades paquistaníes han declarado el toque de queda en la localidad remota de Miran Shah, en el noroeste del país, tras tres días de enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad paquistaníes y milicianos pro talibán que, según los datos de los servicios de intelgiencia y los relatos de los detenidos, han dejado más de un centenar de muertos, según las autoridades.
Los enfrentamientos continuaban hoy en la región tribal de Waziristán Norte, y miles de habitantes prosiguieron también su éxodo de la principal ciudad de Miran Shah. Según un secretario de seguridad para las zonas tribales, Sikandar Qayyum, indicó a la prensa desde Peshawar (noroeste) que en base a los datos de los servicios de inteligencia y a los interrogatorios a algunos milicianos detenidos, las autoridades creen que más de 100 milicianos han sido eliminados.
Pero el portavoz del Ejército, mayor general Shaukat Sultan, señaló que sólo podía confirmar 53 muertos, entre ellos cinco miembros de las fuerzas de seguridad. Qayyum dijo que el toque de queda será indefinido salvo durante tres horas por la tarde con el fin de que los habitantes puedan comprar provisiones.
Un ataque con cohetes contra una zona residencial para funcionarios gubernamentales alcanzó hoy una casa, matando a una adolescente e hiriendo de gravedad a cuatro personas, según Qayyum. La chica era hija de un funcionario y murió en la residencia oficial, indicó un responsable militar que pidió el anonimato.
Qayyum confirmó que helicópteros del Ejército dispararon contra posiciones de los milicianos en torno a Miran Shah hoy, mientras que los milicianos atacaron puestos de control en las localidades cercanas de Mir Ali y Razmak. Según este responsable, no se ha producido ninguna baja en los ataques de los milicianos y la situación está "comparativamente bajo control".
Los miembros tribales pro talibán aseguran que algunos civiles murieron en la operación por tierra y aire del Ejército la semana pasada contra una campamento cerca de una localidad fronteriza y que dejó 45 muertos, entre ellos milicianos extranjeros.
Estos últimos enfrentamientos son los peores en las regiones tribales de Pakistán desde 2004 cuando decenas de milicianos de Al Qaeda, soldados y combatientes locales murieron durante un enfrentamiento en la vecina región de Waziristán Sur. Estos sucesos ponen de manifiesto la incapacidad de Islamabad de imponer el control gubernamental en esta región, que se ha resistido al gobierno exterior desde hace siglos.