Actualizado: jueves, 18 febrero 2016 17:28

ISLAMABAD, 18 Feb. (Reuters/EP) -

Pakistán ejecutó en 2015 a 324 condenados a muerte, una cifra que le sitúa como el tercer país del mundo que más ha aplicado la pena capital, solo superado por China e Irán, según han denunciado en un informe varias organizaciones de defensa de los Derechos Humanos.

La mayoría de las personas ajusticiadas no estaban vinculadas con grupos insurgentes o terroristas. De los 351 ejecutados, 39 personas (uno de cada diez) pertenecían a un grupo insurgente o habían sido procesados por crímenes relacionados con terrorismo, según han señalado las organizaciones Reprieve y Justice Project Pakistan.

"Estas cifras muestran que las declaraciones del Gobierno de Pakistán no concuerdan con la realidad", ha explicado la directora del equipo especializado en pena de muerte de Reprieve, Maya Foa.

Menores, enfermos mentales y reos que fueron torturados o que no recibieron un juicio justo se encontraban entre los ajusticiados, según las ONG. En este sentido, Foa ha denunciado que los condenados al patíbulo suelen ser "los más pobres y vulnerables". "Es difícil de ver cómo ahorcar a gente así puede hacer Pakistán más seguro", ha afirmado.

El Gobierno paquistaní canceló a finales de 2014 la moratoria en la aplicación de la pena de muerte tras el ataque de los talibán que acabó con la vida de 134 estudiantes y 19 adultos en una escuela. A pesar de que, en un principio, la medida solo se iba a aplicar para casos de terrorismo, finalmente se está aplicando en todos los procesos.

Los ataques terroristas y de grupos sectarios han descendido desde 2014, aunque no está claro si este descenso se debe al cambio por la aplicación de la pena de muerte o al aumento de la represión militar contra los bastiones de los milicianos islamistas.

En 2015, los ataques perpetrados por estas organizaciones descendieron en un 48 por ciento desde 2014, según datos proporcionados por el think tank Instituto Pak para los Estudios de Paz.

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