MIRAN SHAH (PAKISTÁN), 1 Ago. (EP/AP) -
Las fuerzas de seguridad paquistaníes emprendieron hoy un asalto a un escondite de los milicianos que mantenían secuestrados a siete soldados y mantuvieron una fiera batalla para intentar liberarlos, en la Provincia de la Frontera Noroeste. Uno de los soldados murió en el asalto, tres pudieron ser rescatados pero los extremistas consiguieron huir con los otros tres restantes.
Un policía local, Mohammed Jan, informó de que los siete soldados fueron secuestrados por presuntos milicianos ayer en la Provincia de la Frontera Noroeste cuando circulaban en dos vehículos. Decenas de tropas llevaron a cabo un ataque contra una casa en la ciudad de Bannu y lograron rescatar a tres de los rehenes después de un intenso tiroteo, en el que murió otro de los cautivos aunque los milicianos lograron huir con los otros tres restantes, añadió Jan. "Se están llevando a cabo esfuerzos para seguirles el rastro y poder liberar a los otros tres soldados", concluyó Jan, sin dar más detalles.
Este secuestro sucedió poco después de que las fuerzas de seguridad paquistaníes, apoyadas por fuego desde helicópteros, repeliesen una incursión de la guerrilla a un punto de control cerca de la ciudad de Miran Shah, en la provincia de Waziristán del Norte, matando a 18 milicianos, según indicó un funcionario de seguridad local.
El mismo día, unas 2.000 mujeres y cientos de hombres de la línea dura del islámismo se manifestaron en la capital para mostrar su apoyo a los seguidores de la Mezquita Roja, donde murieron al menos 102 personas el mes pasado durante el asalto del Ejército de Pakistán. Los manifestantes advirtieron de que la "sangre de los mártires" no será desperdiciada.
La ira de los extremistas contra el presidente, el general Pervez Musharraf, se ha disparado desde que asaltó hace tres semanas la mezquita donde se hicieron fuertes cientos de islamistas radicales y milicianos protalibán. Éstos han intensificado sus ataques, especialmente en el noroeste del país.
