ROMA, 8 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Papa Benedicto XVI recibió este miércoles en una breve audiencia a siete de las esposas de los jefes de Estado y de Gobierno de los países miembros del G-8 que participan en la cumbre de L'Aquila, quienes estuvieron acompañadas por las dos únicas ministras del Gobierno italiano, Mara Carfagna y Maria Stella Gelmini.
El encuentro se celebró en la sala Nervi del Vaticano y duró unos diez minutos. En él participaron siete 'primeras damas': Sarah, la mujer del primer ministro británico, Gordon Brown; Margarita Zavala, mujer del presidente mexicano, Felipe Calderón; Gursharan Kaur, esposa del primer ministro indio, Mahmohan Singh; Filippa Holmberg, mujer del primer ministro sueco, Fredrik Reinfeldt; y la mujer del presidente sudafricano, Jakob Zuma. También les acompañó Margarida Sousa Uva, la esposa del presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso.
Según los medios italianos, todas ellas iban vestidas de negro y llevaban un velo en la cabeza, menos la mujer de Zuma que llevaba un vestido tradicional africano. Durante el encuentro, el Santo Padre expresó su deseo de que la cumbre pueda ayudar a Africa. Posteriormente, todas ellas tuvieron ocasión de visitar la Basílica de San Pedro y los jardines del Vaticano.
Entre las ausentes a esta cita, Michelle Obama, que acompañará mañana a su marido, el presidente estadounidense, Barack Obama, a la audiencia que le dará el Pontífice, y Carla Bruni. Esta última, esposa del presidente francés, Nicolas Sarkozy, y nacida en Italia, ha declinado participar en los actos de Roma y llegará mañana directamente a L'Aquila, la ciudad donde se celebra la cumbre y que quedó prácticamente destruida por el terremoto del pasado 6 de abril, donde prevé realizar una visita.
MENSAJE DE CARLA BRUNI
En un artículo de opinión publicado hoy en el diario 'The Guardian', la primera dama francesa instó a los países del G-8 a mantener la inversión realizada en los últimos años, por ejemplo a través del Fondo Global contra el Sida, la Malaria y la Tuberculosis, porque ha ayudado a salvar vidas, pese a la actual situación de crisis económica.
Bruni-Sarkozy hace mención especial a Africa y subraya que "gran parte de los progresos hechos para reducir la pobreza en las últimas décadas están ahora amenazados por los efectos de la crisis económica mundial". En particular, subrayó la necesidad de inversión en salud porque es importante para "preservar la estabilidad social".
"Hemos hecho progresos espectaculares e inspiradores, pero este viaje no ha hecho más que comenzar", sobre todo en lo que se refiere a la lucha contra el sida, subrayó. "Estoy más determinada que nunca a unir mi voz al esfuerzo global para combatir el sida y otras enfermedades contagiosas", aseveró.
Según ella, los países del G-8 deberían estar "orgullosos de la revolución en la salud mundial que lanzaron hace ocho años", con la creación del Fondo Global contra el Sida, y "celebrar sus logros ampliando su inversión para salvar vidas y reducir las desigualdades". "No sólo es posible, sino que está ocurriendo, funciona y hay todavía mucho que hacer", zanjó.
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