El Parlamento prorroga la prohibición de que los extranjeros compren terrenos cultivables

Europa Press Internacional
Actualizado: martes, 17 diciembre 2013 21:47

SOFIA 22 Oct. (Reuters/EP) -

El Parlamento de Bulgaria ha extendido este martes hasta 2020 la normativa que prohíbe a los inversores extranjeros comprar terrenos cultivables, pese a las advertencias de la Unión Europea de que su decisión podría provocar la revisión de su tratado de adhesión.

Según el acuerdo con el que Bulgaria pasó a formar parte de la Unión Europea en 2007, la prohibición del Gobierno debería haber finalizado el 1 de enero y cualquier decisión que lleve a romper este pacto daría lugar a un procedimiento de infracción.

Sin embargo, el Ejecutivo búlgaro ha justificado la extensión de la prohibición indicando que los precios de los terrenos todavía son inferiores a los de los estados más ricos, por lo que el aumento de la demanda externa dañaría la capacidad de los agricultores nacionales para obtener propiedades cultivables.

El Ministerio de Agricultura afirmó la semana pasada que varios empresarios de países como Qatar y Bahréin ya habían mostrado su interés en comprar terrenos en Bulgaria. En la actualidad los extranjeros no pueden adquirir parcelas en el país si no es a través de una compañía búlgara registrada.

La portavoz del comisario europeo de Mercados Internos, Michel Barnier, ha recordado que el tratado de adhesión de Bulgaria no provee ningún periodo de prórroga en la restricción de venta de tierras. "Por lo tanto esperamos que Bulgaria abra su mercado en cumplimiento con sus compromisos", ha afirmado la portavoz, Chantal Hughes.

"Si Bulgaria quiere que la moratoria permanezca en vigor después del comienzo del próximo año, tendrá que recibir el respaldo del resto de miembros de la Unión Europea. Esto conlleva la revisión de su tratado de preadhesión además de la ratificación de los 28 miembros de la Unión Europea", ha indicado Hughes.

Esta revisión podría provocar acciones recíprocas por parte de los Estados miembro, que podrían ampliar sus restricciones en el mercado laboral a los búlgaros.

La posibilidad de infracciones por parte de la Unión Europea por la decisión ha dividido a los partidos que forman el Gobierno de coalición búlgaro. El primer ministro, Plamen Oresharski, ha afirmado que extender la moratoria sería "poco práctico" por sus consecuencias potenciales.

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