JERUSALÉN, 15 Dic. (EUROPA PRESS) -
El presidente israelí, Simon Peres, ha condenado los ataques llevados a cabo esta semana por habitantes de asentamientos judíos y ha pedido a los extremistas que no den motivos a quienes quieren atacar a Israel.
Peres se ha reunido con representantes de los colonos, entre ellos Danny Dayan, presidente del Consejo de Yesha --que agrupa a varios consejos municipales y supervisa los asentamientos situados en los territorios ocupados por Israel tras la guerra de 1967--, así como con varios rabinos y con responsables de academias militares.
El presidente ha destacado la importancia de este encuentro pero ha criticado las acciones de los activistas de extrema derecha. Este mismo jueves, un grupo de colonos ha incendiado una mezquita en Burqa, un pueblo de Cisjordania.
"Lo que está haciendo esta gente es muy grave", ha subrayado, según la prensa israelí. "Israel siempre ha estado orgulloso de proteger todos los lugares sagrados. Hoy en día, cuando el mundo musulmán está como está, darles una justificación para atacar a Israel es un desastre y una locura", ha afirmado.
Dado que "Oriente Próximo está en llamas, ¿por qué añadir más gasolina al fuego?", ha planteado Peres. "Somos un pueblo ético. Los Diez Mandamientos son mi guía, también en la política", ha añadido.
Abu Rudeina, portavoz del presidente palestino, Mahmud Abbas, ha condenado el incendio de la mezquita de Al Nur y ha dicho que este acto constituye una "declaración de guerra" de los colonos a los palestinos. Además, ha responsabilizado al Gobierno israelí y ha pedido a la comunidad internacional que tome medidas para detener la violencia.
RECHAZAN LA VIOLENCIA
Dayan ha asegurado al presidente que "la mayoría de los colonos rechazan la violencia". "No hay nada que justifique estas acciones, independientemente de la religión que profese la víctima", pero "últimamente hay una tendencia a la incitación contra los asentamientos judíos en Judea y Samaria", ha señalado en referencia a la parte de Cisjordania administrada por Israel desde 1967 y no anexionada.
El rabino Eli Sadan ha indicado que todos los participantes en la reunión están "totalmente de acuerdo en que la medida estratégica más importante para Israel es mantener la unidad interior, sobre todo teniendo en cuenta que fuera tiene tantos enemigos".
"Hemos adoptado una postura judía muy clara: que la violencia está prohibida en todas sus formas, contra el Ejército, contra ciudadanos (israelíes) y contra árabes. Los actos de vandalismo contra mezquitas y otros lugares sagrados son negativos y solo sirven para avivar las llamas", ha agregado.
El incendio en la mezquita fue provocado poco después de que el Ejército israelí demoliese dos estructuras construidas ilegalmente cerca de Burqa para establecer un asentamiento. Cientos de activistas de derechas israelíes se dirigieron allí por la noche para intentar impedirlo, pero no pudieron llegar porque las Fuerzas Armadas lo declararon zona militar de acceso restringido.
IRRUPCIÓN EN UNA BASE MILITAR
El martes pasado, unos 50 colonos y activistas de derechas irrumpieron en una base de las Fuerzas Armadas en Cisjordania, donde lanzaron piedras, quemaron neumáticos y causaron destrozos en vehículos militares. Esa fue su respuesta a un rumor según el cual el Ejército iba a evacuar un asentamiento en Cisjordania para ejecutar una orden del Tribunal Supremo.
Ese mismo día, unos 300 colonos protestaron junto a otro asentamiento de Cisjordania que también debe ser desalojado, arrojando piedras contra vehículos de palestinos y atacando un todoterreno del Ejército. Dos militares resultaron heridos.
El presidente israelí ha recalcado que "no hay cabida para la delincuencia, la violación de la ley y los disturbios". "Fue horrible ver cómo nuestros hijos e hijas entraron en bases del Ejército y casi mataron a un oficial", ha opinado.