MADRID, 30 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Policía de la región autónoma de Xinjiang, en el noroeste de China, ha detenido este domingo a una de las personas implicadas en el asalto del pasado miércoles a una comisaría, en el que murieron 35 personas, según ha informado la agencia oficial china Xinhua.
Según un comunicado de la Policía de Xinjiang, el detenido, Yiblayan Eli, formaba parte del grupo de 17 hombres que atacó una comisaría y un edificio gubernamental de la ciudad de Lukqun.
Las fuerzas policiales han afirmado que el grupo, que estaba compuesto por religiosos extremistas y liderado por Ahmatniyaz Sidiq, había recaudado fondos, comprado cuchillos y gasolina y buscado, desde mediados de junio, un lugar en el que preparase para el ataque.
El miércoles, alrededor de las seis de la madrugada (medianoche en España) un grupo de hombres armados con cuchillos asaltó una comisaría, un edificio gubernamental y una obra en Lukqun y acuchilló a quienes encontró a su paso.
Durante el ataque fallecieron 35 personas, 17 pertenecientes a las fuerzas del orden, ocho civiles y diez asaltantes. La Policía logró detener a cuatro atacantes, que resultaron heridos durante el ataque, pero uno, el que ha sido detenido este domingo, logró escapar.
Esta mañana, por otra parte, el secretario de la Comisión de Asuntos Políticos y Legales del Partido Comunista de China, Meng Jianzhu, ha instado a la Policía a cooperar con los órganos de seguridad locales de Xinjiang a fin de tomar medidas preventivas para evitar más ataques como los del pasado miércoles.
Asimismo, ha instado a las fuerzas del orden a llevar a cabo patrullas las 24 horas del día para garantizar una vida feliz y tranquila para todos los ciudadanos de la región, independientemente del grupo étnico al que pertenezcan.
Xinjiang es una zona de continuas tensiones debido a la fuerte concentración de población uigur y, según han denunciado varias organizaciones humanitarias, al intento de las autoridades chinas de introducir a la etnia han --la más numerosa en el resto del país-- en una especie de "limpieza étnica".
El último gran conflicto tuvo lugar en el verano de 2009, cuando al menos 200 personas murieron por los enfrentamientos entre uigures, chinos han y fuerzas de seguridad. Las autoridades lo atribuyeron a conflictos entre comunidades.
