TUNEZ, 24 Oct. (Reuters/EP) -
Las fuerzas de seguridad tunecinas han disparado gas lacrimógeno para dispersar a los cientos de manifestantes que pretendían atacar un edificio gubernamental este jueves en Kef, el norte del país, como protesta por la muerte de siete policías por un ataque de milicianos islamistas.
Los disturbios han estallado después de los funerales por los oficiales que murieron el miércoles tras un enfrentamiento en la localidad de Sidi Bouzid. Los residentes acusan al Gobierno, liderado por la formación islamista Ennahda, de ser demasiado indulgente con los grupos islamistas.
La tensión aumenta en Túnez mientras el Gobierno y la oposición han comenzado a negociar para poner fin a meses de estancamiento político. El asesinato del líder opositor Mohamed Brahmi, el pasado 25 de julio supuso un punto de inflexión por el que miles de tunecinos decidieron salir a las calles para pedir la dimisión del Gobierno.
El primer ministro, Alí Laarayedh, ha confirmado su intención de dimitir una vez finalice el proceso de negociación, que tiene como objetivo establecer un Gobierno provisional, fijar una nueva comisión electoral y poner fecha para la convocatoria de unas nuevas elecciones.
