BUDAPEST, 21 Sep. (EUROPA PRESS)
La Policía desplegó de nuevo sus fuerzas ante el temor a que se produzcan nuevos disturbios en Budapest por tercera noche consecutiva, mientras que fuentes del Gobierno no excluyeron la posibilidad de declarar un toque de queda.
Unas 7.000 personas se concentraron de nuevo en la céntrica Plaza de Kossuth, frente al edificio del Parlamento en Budapest de estilo neogótico, para exigir la dimisión del primer ministro Ferenc Gyurcsany, quien ha reiterado que su Gobierno seguirá adelante con su programa de reformas económicas. Mientras, unos 100 policías antidisturbios observaban expectantes la situación.
La idea de un toque de queda fue planteada por el ministro de Justicia, Jozsef Petretei, quien indicó además a la radio estatal que el Gobierno "adoptará cualquier medida que se requiera" para evitar un motín.
Asimismo, en declaraciones a la cadena de televisión hirTV, dejó claro que el uso de las armas por parte de la Policía para detener a los más violentos durante los disturbios de los últimos dos días estaba "justificado".
