KUALA LUMPUR, 29 Jul. (Reuters/EP) -
El jefe de la Policía de Malasia ha reconocido que la lucha contra el narcotráfico se ve ralentizada por el gran número de drogadictos que hay en las filas de las fuerzas de seguridad y ha lamentado, en concreto, el creciente consumo de metanfetaminas.
"Podemos ver que se ha doblado el número de adictos", ha afirmado el principal responsable policial, Abdul Hamid Bador. Malasia está considerado un punto clave en el tráfico de drogas, procedentes principalmente de la vecina Birmania.
La adicción aumenta "no solo entre la gente corriente, también entre mis hombres", ha lamentado el jefe de la Policía. "Cada semana conocemos y detenemos a agentes colocados con metanfetamina, o 'shabu'", ha añadido, en alusión al término por el que se conoce a esta droga en Malasia.
Abdul Hamid Bador ha admitido que el problema interno es grande, pero no ha entrado en más detalles al respecto. "No sé cómo podemos garantizar de forma efectiva que la amenaza de la droga está bajo control en nuestro país", ha advertido.
La agencia antidrogas calcula que, en 2018, Malasia contaba con 25.267 de personas adictas a las drogas, un ligero repunte en relación a los datos de 2017 pero por debajo de los 31.000 de 2016. Pese a estos datos, las autoridades se plantean rebajar las penas para quienes tengan pequeñas cantidades para uso personal.