La Policía suiza pone protección a tres investigadores de la ONU amenazados en Eritrea

Actualizado: miércoles, 24 junio 2015 19:16

GINEBRA, 24 Jun. (Reuters/EP) -

La Policía suiza ha puesto bajo protección a tres investigadores de la ONU sobre los Derechos Humanos en Eritrea este miércoles, después de que recibieran amenazas en la calle y en el hotel, según ha informado un alto funcionario.

El informe de la investigación, publicada a principios de este mes, mostraba violaciones a los Derechos Humanos en Eritrea que podrían constituir crímenes contra la Humanidad, incluyendo ejecuciones extrajudiciales, torturas generalizadas y trabajos forzados.

El presidente del Consejo para los Derechos Humanos de Naciones Unidas, Joachim Ruecker, ha asegurado que los investigadores han estado objeto de "varias amenazas y actos de intimidación en su hotel y en la calle desde que llegaron a Ginebra".

Ruecker no ha aportado más detalles pero ha afirmado que la seguridad ha sido incrementada, que se ha contactado con la Policía eritrea y que se han tomado medidas de seguridad para garantizar que la reunión del Consejo puede producirse "con calma y dignidad".

Un testigo consultado por Reuters ha visto a la Policía suiza custodiando al equipo a pesar de que la reunión se celebraba en el recinto de Naciones Unidas en Ginebra. Uno de los miembros de la comisión, Sheila Keetharuth, ha asegurado que las amenazas fueron "específicas" pero se ha negado a dar más detalles.

El director de la investigación, Mike Smith, ha afirmado que el Gobierno de Eritrea tiene que llevar a cabo una reforma política significativa o arriesgarse a que una inspección más detallada por parte de la ONU pueda remitir el caso a la Tribunal Penal Internacional (TPI). "El Gobierno debe comprender que el sistema que ha construido es simplemente inaceptable en el mundo moderno", ha subrayado Smith.

Eritrea, uno de los países más pobres de África, declaró su independencia de Etiopía en 1993. Actualmente, el éxodo protagonizado por miles de eritreos que huyen de su país a Europa a través del Mediterráneo es ampliamente atribuido a las duras condiciones que los ciudadanos sufren en el país.

La investigación de la ONU se ha abstenido de declarar como crímenes contra la Humanidad las actuaciones del Gobierno eritreo, pero sí que ha recomendado que una mayor inspección y no ha descartado tomar la decisión de remitir el caso a la Corte Penal Internacional.

Dos de los países vecinos de Eritrea, Yibuti y Somalia, apoyarán la resolución del Consejo de Derechos Humanos para prorrogar el mandato del equipo actual por un año con el objetivo de que puedan establecer si se cometieron crímenes contra la Humanidad y para asegurar "responsabilidad plena".

Eritrea no ha cooperado con los investigadores ni les ha dejado entrar al país. El Gobierno ha tratado de restar crédito a la metodología del informe pero no ha mostrado ninguna prueba para desmentir las acusaciones, según ha confirmado Smith.

Su embajador, Tesfamicael Gerahtu, ha sido reprochado por parte de Ruecker por haber acusado a la comisión de ser "ignorante" y de tener "una agenda política siniestra", al igual que por haber calificado el informe --basado en 550 entrevistas y en 160 declaraciones escritas-- de ser "una parodia de la justicia".

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