LISBOA, 2 Mar. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Patricia Ferro) -
La política de recortes de funcionarios públicos llevada a cabo por el Gobierno socialista que preside José Sócrates ha vuelto a ser hoy contestada por varios millares de funcionarios de la administración que han recorrido las calles de Lisboa coreando lemas en contra del Ejecutivo y a favor de la creación de empleo y de los derechos sociales.
Desde la céntrica avenida de la Libertad hasta la residencia oficial del primer ministro en Sao Bento, miles de funcionarios llegados de todo el país se manifestaron, convocados por la Comisión General de los Trabajadores (CGT), para protestar contra las políticas sociales y labores del Gobierno, detrás de la pancarta "Juntos por el cambio de políticas".
En un acto previo a la marcha, la coordinadora de la federación de sindicatos de la función pública, Ana Viola, criticó la política del Gobierno socialista porque, en su opinión, está "promoviendo el empleo sin derechos y la retirada de los derechos sociales" y acusó al Ejecutivo de "haber contribuido al aumento del coste de vida, de la pobreza y la exclusión social".
"Esto tiene que cambiar", "La lucha continúa", "Trabajar hasta morir, así no puede ser", eran los lemas más coreados y que quedaron plasmados en un manifiesto, que hoy se aprobó, en el que los manifestantes expresaron varias reivindicaciones y mostraron su disposición para continuar luchando por sus reivindicaciones, admitiendo la posibilidad de convocar una huelga, y en contra de las propuestas del Gobierno.
Esta es la segunda huelga general de la administración pública en cuatro meses motivada por el mismo objetivo, el de protestar contra una gran parte de la reforma de la función pública que pretende realizar el Gobierno "la más importante desde el 25 de abril de 1974", según el propio Ejecutivo.
Esta reforma prevé la reorganización y la extinción de servicios, listas de funcionarios que sobran y reducción salarial para los que no estén integrados, transferencia de funciones para privados, límites en la progresión de las carreras, nuevas reglas de evaluación del trabajo, generalización del contrato individual y cambios en el acceso a la jubilación.
